Dick Schoof, ex jefe de la agencia de inteligencia y de la oficina antiterrorista de Holanda, surgió inesperadamente como el candidato para convertirse en el próximo primer ministro del país. Respaldado por una coalición de cuatro partidos encabezada por el Partido por la Libertad de extrema derecha de Geert Wilders, Schoof, de 67 años, se reunió con los líderes de los partidos antes de que anunciaran su elección en una conferencia de prensa.

A pesar de que su nombre no había sido mencionado previamente, Schoof afirmó que su nominación fue inesperada pero lógica, destacando su amplia experiencia en el servicio público. Ha dirigido tanto la principal agencia de inteligencia como el servicio antiterrorista y el Servicio de Inmigración y Naturalización de los Países Bajos. La reducción de la inmigración será una de las principales tareas de su administración.

Wilders, quien ganó las elecciones de noviembre pero necesitó meses para formar una coalición, elogió a Schoof por su historial y neutralidad partidista. Wilders, conocido por sus posturas antiislámicas, no asumirá el cargo de primer ministro debido a la oposición de sus socios de coalición. En su lugar, ha formado una coalición con el Partido Popular para la Libertad y la Democracia (VVD) del saliente primer ministro Mark Rutte, el Movimiento Ciudadano Campesino y el partido centrista Nuevo Contrato Social.

El gobierno de Rutte seguirá en funciones hasta que la nueva administración tome posesión. El candidato inicial de Wilders, Ronald Plasterk, se retiró recientemente debido a acusaciones de fraude de patentes médicas.

El acuerdo de coalición, titulado «Esperanza, coraje y orgullo», se compromete a introducir medidas estrictas para los solicitantes de asilo, eliminar la reunificación familiar de los refugiados y reducir el número de estudiantes internacionales en el país. Sin embargo, algunos analistas han cuestionado la legalidad y constitucionalidad de estas políticas.

Schoof ha asegurado que su carrera ha estado guiada por el respeto al estado de derecho democrático, lo que sugiere que intentará equilibrar las nuevas políticas con los principios legales y constitucionales del país. Esta postura será clave para navegar las complejidades de implementar un programa político radical dentro del marco legal holandés.

En resumen, la elección de Schoof como candidato a primer ministro refleja un intento de la coalición liderada por Wilders de formar un gobierno tecnócrata que pueda manejar la división política del país mientras impulsa partes de la agenda radical del Partido por la Libertad.