El informe de la máxima autoridad en salud pública de los Estados Unidos, Vivek Murthy, advierte que no hay evidencias suficientes para determinar si las redes sociales son seguras para niños y adolescentes, lo que ha generado un debate urgente sobre los riesgos asociados al uso de pantallas y redes sociales en los más jóvenes.
La preocupación se ha intensificado con un informe de la Unesco que destaca los efectos negativos de las pantallas en el rendimiento escolar, mostrando que 1 de cada 4 países ya ha implementado restricciones al uso de celulares en las escuelas.
Expertos en salud y educación, como el pediatra Daniel Becker, han revelado que los impactos del uso excesivo de pantallas incluyen problemas cognitivos, sedentarismo, miopía, alteraciones en la conducta y exposición a contenidos peligrosos en redes sociales, como ideologías extremistas y fake news. Estudios recientes, como uno del University College of London, confirman que la dependencia de internet puede causar alteraciones cerebrales y cambios de comportamiento en adolescentes.
El psicólogo peruano Miguel Vallejos Flores señala que la adicción a las redes sociales altera la química cerebral y crea una dependencia psicológica significativa, mientras que la psicóloga dominicana Abril María Arias Taveras ha observado efectos negativos como agresividad y problemas de sueño en niños con uso excesivo de dispositivos. Además, se han registrado casos de ciberbullying y desafíos virales peligrosos que ponen en riesgo la vida de los adolescentes.
Ante estos riesgos, algunos países han tomado medidas para limitar el uso de celulares en las escuelas. En Brasil, el programa EducaMídia enseña a los estudiantes a analizar críticamente el contenido en línea y en Río de Janeiro se ha prohibido el uso de celulares durante las clases. En Argentina, el Ministerio de Educación de Buenos Aires está implementando restricciones similares, mientras que en México y Puerto Rico también se están tomando medidas para controlar el uso de dispositivos en las aulas.
Las familias juegan un papel crucial en la regulación del uso de pantallas. Expertos como Melina Furman, de la Universidad de San Andrés, recomiendan establecer reglas claras sobre el tiempo de uso y retrasar la entrega del primer celular hasta que los niños tengan la madurez necesaria. Padres de diferentes países han compartido sus experiencias de lucha contra el uso excesivo de pantallas, estableciendo límites y promoviendo actividades alternativas como juegos de mesa y lectura.
En el ámbito público, en Brasil se ha creado un Departamento de Derechos en la Red y Educación Mediática que está desarrollando la primera guía oficial para el uso consciente de pantallas en niños y adolescentes. Esta guía busca destacar la importancia de un control parental efectivo y la necesidad de que los contenidos en línea sean adecuados para la edad de los usuarios.
Las plataformas de redes sociales también tienen una responsabilidad en la protección de los menores. Aunque empresas como Meta y TikTok afirman tener mecanismos para identificar y eliminar cuentas de usuarios menores de 13 años, estudios han demostrado que las medidas implementadas no siempre son efectivas. Un experimento del Centro de Combate al Odio Digital en los Estados Unidos reveló que un perfil simulado de un joven de 13 años recibió recomendaciones de contenido peligroso en apenas 30 minutos.
En conclusión, aunque existen iniciativas y medidas en marcha para mitigar los riesgos asociados al uso de pantallas y redes sociales en niños y adolescentes, es evidente que se necesita un esfuerzo coordinado entre las escuelas, las familias, el gobierno y las plataformas tecnológicas para proteger a los jóvenes de los efectos negativos del mundo digital. La educación mediática, la regulación del uso de dispositivos y un control parental más estricto son esenciales para garantizar un entorno digital seguro para los menores.
Señales de alerta
- El niño dedica cada vez más tiempo al uso del celular.
- Experimenta irritabilidad, ansiedad y agresividad cuando no puede usar su teléfono, y estos sentimientos desaparecen al recuperar el acceso.
- Presenta cambios de humor.
- Aparecen alteraciones en su sueño y alimentación.
- Abandona otras actividades para pasar tiempo con el teléfono, como salir, hacer tareas, ver televisión o dormir.
- Se aísla socialmente, perdiendo amigos y relaciones debido al exceso de tiempo en el teléfono.
Fuente: Henry Manuel Vásquez Medina, psicólogo clínico especializado en adicciones del Centro de Salud Trébol Azul, Perú.
Sugerencias para ayudar a las familias a gestionar el uso de pantallas:
- Establezca límites claros: defina horarios específicos para el uso de pantallas, reservando tiempo para tareas, actividades extracurriculares y momentos en familia sin tecnología.
- Cree espacios sin pantallas en casa, como la sala de estar o los dormitorios.
- Sea un modelo a seguir: reduzca su propio uso de redes sociales y pantallas. Recuerde que usted es un ejemplo para sus hijos. Demuestre interés por sus actividades e intereses fuera del entorno digital.
- Fomente actividades alternativas: anime a sus hijos a practicar deportes, jugar al aire libre, leer libros, hacer manualidades o compartir con amigos y familiares. Inscríbalos en actividades extracurriculares que disfruten, como música, arte o deportes.
- Mantenga una comunicación abierta: hable con ellos sobre los riesgos del uso excesivo de pantallas y la importancia de equilibrar el mundo digital con el real.
- Escuche sus inquietudes y ayúdeles a desarrollar un pensamiento crítico sobre la información que encuentran en las redes sociales.
- Busque ayuda profesional: si observa señales de dependencia, como cambios de humor, aislamiento social o descuido de responsabilidades, consulte a un psicólogo o terapeuta especializado.
Fuente: Henry Manuel Vásquez Medina, psicólogo clínico especializado en adicciones del Centro de Salud Trébol Azul, Perú.