A fecha de 18 de abril de 2024, el Ministerio de Salud Pública de la República Dominicana ha confirmado seis casos de viruela símica en lo que va del año y se han detectado en adultos.
Esta cepa mutante de viruela con «potencial pandémico» tiene en alerta a las autoridades sanitarias, de acuerdo con lo reportado por varios medios internacionales.
Esta enfermedad puede propagarse entre las personas y, en ocasiones, desde el entorno a las personas a través de objetos y superficies que haya tocado alguien infectado con viruela símica, ha generado preocupación entre los expertos en salud pública debido a su potencial para propagarse rápidamente y representar un riesgo significativo para la salud mundial.
Las autoridades sanitarias dominicanas están tomando medidas preventivas y de control, como monitorear constantemente la situación global, implementar medidas de vigilancia en los puertos y aeropuertos, capacitar al personal de salud y difundir información al público sobre la enfermedad.
¿Qué es la viruela símica?
La cepa de la viruela símica es un virus que pertenece al género Orthopoxvirus, que también incluye el virus de la viruela humana, se caracteriza por una erupción cutánea que suele concentrarse en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies. La enfermedad también puede causar fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares e inflamación de los ganglios linfáticos.
Esta se transmite de los animales a los humanos a través del contacto con la sangre, los fluidos corporales o las lesiones cutáneas de animales infectados. También se transmite de persona a persona a través del contacto cercano con las lesiones cutáneas o las secreciones respiratorias de una persona infectada.
No es tan contagiosa como la viruela humana, pero aún puede ser una enfermedad grave. La mayoría de las personas se recuperan de la viruela símica en pocas semanas, pero algunas personas pueden morir a causa de la enfermedad.
Las diferencias entre las cepas de la viruela símica de la Cuenca del Congo y África Occidental son notables:
En términos de gravedad, la cepa de la Cuenca del Congo es más mortal, con una tasa de mortalidad de hasta el 10%, en comparación con la cepa de África Occidental, que tiene alrededor del 1% de mortalidad. Además, los síntomas de la cepa del Congo son más intensos, con fiebre alta, dolores musculares intensos y lesiones cutáneas más extensas y dolorosas.
Geográficamente, la cepa de la Cuenca del Congo se encuentra principalmente en las zonas selváticas de África Central, mientras que la cepa de África Occidental se encuentra en las regiones de sabana y bosques de esa misma área.
El brote global de 2022 fue causado principalmente por la cepa de África Occidental y se propagó de manera inusual a través del contacto cercano y sostenido, principalmente entre hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.
A pesar de estas diferencias, ambas cepas comparten síntomas generales de viruela símica y se transmiten principalmente por contacto cercano con las lesiones cutáneas o fluidos corporales de una persona infectada. La prevención sigue siendo posible con la vacuna contra la viruela, que ha demostrado ser efectiva contra ambas cepas.
Historia y origen:
En 1958, en un laboratorio en Dinamarca, se hizo un descubrimiento que marcó el inicio del estudio científico de la viruela símica. Dos monos macacos importados de África Occidental fueron los protagonistas. Aislaron por primera vez el virus de la viruela símica, aunque en ese entonces se le llamaba «Viruela del mono» debido a la especie animal en la que se encontró.
Doce años después, en 1970, ocurrió un acontecimiento importante en la República Democrática del Congo (entonces Zaire). Se identificaron los primeros casos humanos de viruela símica, coincidiendo con un brote de viruela bovina en la misma región, se sospechaba que la transmisión a humanos podría haber sido por contacto directo con animales infectados o productos de origen animal contaminados, como la carne.
Las actividades como la caza, la manipulación de animales salvajes y el consumo de carne infectada podrían haber facilitado la transmisión a esto se le suma la falta de conocimiento sobre la enfermedad en ese momento y la deforestación que aumentaba el contacto entre humanos y animales infectados también jugaron un papel importante.
Esto condujo a una intensificación de la investigación científica para comprender mejor la epidemiología y la patogénesis de la viruela símica, así como su potencial de transmitirse de animales a humanos.
Como resultado, se implementaron medidas de control para prevenir la transmisión, como la educación sanitaria y la restricción del contacto con animales salvajes. Los brotes de esta enfermedad han impulsado la investigación científica y el desarrollo de medidas de control para proteger la salud pública.
Eventos importantes de la viruela símica:
En 2003, un brote ocurrió en la Prairie Dog Pet Store en Illinois, EE. UU. Se cree que la transmisión comenzó con la importación de roedores africanos infectados. Afectó a 47 personas, aunque no hubo fatalidades, este fue el primer caso importado fuera de África, lo que generó preocupación a nivel mundial. Se tomaron medidas como cuarentenas, rastreo de contactos y sacrificio de animales para controlar la situación.
Cuatro años después, en 2007, otro brote se registró en varios estados de Nigeria, con más de 100 casos confirmados y 22 muertes, este fue el mayor brote documentado en África Occidental hasta ese momento. La transmisión se asoció principalmente con la manipulación de animales salvajes infectados.
En el año 2022, se produjo un brote global que se extendió a más de 70 países, principalmente en Europa y América del Norte, con más de 68,000 casos confirmados y 25 muertes. Este brote fue inusual por su rápida propagación y su alcance en regiones no endémicas. Se consideraron factores como el aumento de los viajes internacionales y la posible mutación del virus.
La investigación continua para comprender mejor la viruela símica y desarrollar herramientas efectivas para su prevención y control.
Reflexiones sobre la viruela símica:
La vigilancia de la viruela símica necesita sistemas de monitoreo constantes para detectar rápidamente nuevos casos y brotes, recopilar y analizar datos sobre la enfermedad para entender cómo se transmite, sus tendencias y los factores de riesgo y profundizar en la comprensión de la viruela símica, desde su epidemiología hasta sus características moleculares y genéticas.
Informar al público datos precisos sobre la viruela símica: cómo se transmite, cuáles son los síntomas, cómo prevenirla y qué opciones de tratamiento existen. Además, capacitar al personal médico para que reconozcan, diagnostiquen y manejen adecuadamente los casos de esta enfermedad.
Esto ayudará a identificar posibles mutaciones del virus, desarrollar mejores herramientas de diagnóstico y tratamiento, avance en el desarrollo de vacunas más seguras y eficaces.
La viruela símica recuerda la importancia de la vigilancia activa, las estrategias de salud pública efectivas y la investigación continua para proteger la salud global.