7 SEGUNDOS.- La crisis actual en Haití es un reflejo de una serie de desafíos complejos que han afectado profundamente al país, exacerbando sus problemas políticos, económicos y de seguridad. Considerado el país más pobre de las Américas, Haití enfrenta una situación desoladora caracterizada por la aguda pobreza, la desigualdad y el crecimiento alarmante de la violencia, especialmente tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.

La fuga masiva de reclusos y la exigencia de renuncia al primer ministro Ariel Henry por parte de pandilleros armados han agravado aún más la crisis, evidenciando un vacío de poder que ha sido explotado por las pandillas para expandir su influencia, controlando gran parte de la capital, Puerto Príncipe.

La falta de estabilidad política, agravada por la ausencia de un liderazgo efectivo desde el asesinato de Moïse y la ausencia de elecciones parlamentarias y generales desde 2019, ha creado un terreno fértil para el surgimiento de ataques coordinados por parte de las pandillas, desafiando al Estado y sumiendo al país en un estado de caos y desesperación.

En el ámbito económico, las cifras son igualmente desalentadoras. Datos proporcionados por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otras instituciones revelan que más del 60% de la población haitiana vive en la pobreza, con un 24% en situación de pobreza extrema. La desigualdad es igualmente alarmante, con el 1% más rico poseyendo más del 20% de la riqueza total, mientras que el 50% más pobre apenas tiene acceso al 1%.

La inflación anual ha alcanzado niveles inquietantes del 29%, y la tasa de desempleo, junto con el subempleo, afecta a casi la mitad de la población. Además, la economía ha experimentado una contracción del 1.3% en 2021 y se proyecta una caída adicional del 2.0%.

El impacto de esta crisis no se limita a las fronteras de Haití; República Dominicana también sufre las consecuencias. El comercio bilateral ha disminuido, la seguridad se ve amenazada por un aumento en la migración irregular y la delincuencia, el medio ambiente se ve afectado por la deforestación y la contaminación, y la salud pública enfrenta riesgos debido al aumento de enfermedades contagiosas.

La crisis en Haití es un problema complejo que requiere una atención urgente y medidas efectivas para abordar sus múltiples facetas. La comunidad internacional y las instituciones regionales deben unirse para brindar apoyo y asistencia, y es fundamental que Haití reciba la ayuda necesaria para superar esta crisis y avanzar hacia un futuro más próspero y seguro.

¿Qué dicen los expertos ante la crisis en Haití y la afectación en RD?

La crisis en Haití no solo es un problema interno, sino que también tiene repercusiones significativas en República Dominicana, según expertos han analizado sus múltiples dimensiones.

Wilfredo Lozano, sociólogo e investigador, destaca que la crisis haitiana impacta en varios aspectos a RD, desde la seguridad hasta la economía y la salud, enfatizando la necesidad de una colaboración entre ambos países para encontrar soluciones duraderas. Luisa de Peña, economista, resalta cómo la disminución del comercio bilateral ha afectado negativamente a la economía dominicana, especialmente a las empresas exportadoras.

Por su parte, José Luis Alemán, politólogo, señala que la inestabilidad política en Haití ha resultado en un aumento de la migración irregular hacia RD, generando tensiones sociales en las zonas fronterizas. Por su parte, Julián Pérez, Director del Centro de Investigación Social Dominicana (CIESD), advierte sobre el riesgo para la seguridad ambiental debido a la deforestación en Haití, que provoca la erosión del suelo y la sedimentación de los ríos.

Así mismo, Margarita Cordero, Directora del Observatorio Migratorio del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), destaca el impacto en el sistema de salud dominicano debido al aumento de enfermedades contagiosas en Haití, como el cólera y la malaria.

Ruben Silié, ex embajador dominicano en Haití, enfatiza la necesidad de una solución regional para la crisis haitiana, implicando la participación de la comunidad internacional.

Estos testimonios muestran la complejidad del impacto de la crisis haitiana en República Dominicana y subrayan la importancia de abordar esta situación de manera coordinada y con el apoyo de expertos y recursos adecuados.

Repercusiones en RD

La crisis en Haití no solo tiene repercusiones internas, sino que también ejerce un impacto significativo en la vecina República Dominicana, abarcando áreas como el comercio, la seguridad, el medio ambiente, la salud y los costos para el estado dominicano. El comercio bilateral entre ambos países ha sufrido un deterioro considerable, reflejado en la disminución del 20% en las exportaciones dominicanas a Haití y del 30% en las importaciones desde Haití en el último año, según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Dominicana. 

Esta situación amenaza los lazos comerciales establecidos entre las naciones, que ascienden a unos 800 millones de dólares anuales, lo que presenta un desafío adicional para la estabilidad económica de ambas naciones en medio de la crisis haitiana.

El impacto económico de estas medidas y el costo humano asociado representan una carga adicional para las finanzas, estimándose en unos 500 millones de dólares anuales, lo que subraya la gravedad de la situación y la necesidad de una acción coordinada a nivel regional para abordar los desafíos que plantea la crisis haitiana.