Un día como hoy, 9 de enero del 2020 murió la primera persona por COVID-19 en Wuhan, China.

A pesar de que la primera víctima del COVID-19 falleció el 9 de enero, la Comisión de Salud Municipal de Wuhan, publicó la información el día 11 del mismo mes.  Diciendo que fue provocada por “un brote de un virus aún no identificado”.

El primer muerto por Covid-19 tenía 61 años, una enfermedad crónica de hígado, tumores abdominales, neumonía y un nombre que nunca fue publicado. Siendo esta la primera de los 15 millones de muertes producidas por el Covid-19 entre 2020 y 2021, según estimó la Organización Mundial de la Salud a principios de 2022.

De ese primer deceso empezaron las indagaciones, se supo que era habitual del mercado de Huanan. Allí, según determinaron distintas investigaciones, se produjo el contagio entre animales y humanos, ya que en ese lugar se comercializaba todo tipo de pescados, murciélagos y hasta zorros.

Recordemos que el primer brote de COVID-19 se detectó en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei, China. Inicialmente, se pensó que la fuente del virus podría haber sido un mercado de animales vivos en Wuhan, aunque estudios posteriores sugirieron que el virus pudo haber estado presente antes en otras personas.

El virus se propagó rápidamente a otras partes de China y luego a nivel mundial. A fines de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el brote era una emergencia de salud pública de preocupación internacional. A medida que febrero avanzaba, la enfermedad se diseminó por Europa, América, África y Asia.

En marzo de 2020, muchos países comenzaron a imponer medidas de confinamiento. Esto incluyó el cierre de fronteras, la prohibición de reuniones masivas, el cierre de escuelas, restaurantes, comercios y otros lugares públicos, y la recomendación de quedarse en casa.

Estas medidas fueron cruciales para reducir la velocidad de propagación del virus, pero también causaron un gran impacto económico y social. La vida cotidiana se vio transformada, con el auge del trabajo remoto y el aprendizaje en línea.

Hoy, 5 años después de ese primer deceso, las secuelas provocadas por la pandemia del covid-19 no se limitan al ámbito económico, ya que a esto se suman cambios en las interacciones sociales y en la salud mental de las personas.