El 9 de enero de 2007, Steve Jobs presentó al mundo la primera generación del iPhone, marcando un antes y un después en la historia de la tecnología móvil. Este dispositivo, mucho más que un simple teléfono, era una auténtica computadora de bolsillo que cambió la forma en que interactuamos con la tecnología.
El iPhone, conocido luego como iPhone 1 o iPhone 2G, fue exclusivo del mercado estadounidense en sus primeros días. Contaba con una cámara de 2 megapíxeles, un reproductor de música basado en iTunes y capacidad para enviar y recibir mensajes de texto y voz. También ofrecía acceso a Internet, permitiendo leer correos electrónicos, navegar por páginas web y conectarse vía Wi-Fi.
El diseño innovador del primer iPhone se centraba en su pantalla táctil multitáctil de cristal, y presentaba tres botones físicos, que han perdurado en las versiones más recientes. Aunque fue anunciado en enero, el dispositivo se lanzó oficialmente el 29 de junio de 2007, convirtiéndose rápidamente en un éxito de ventas. La revista Time lo nombró «Invento del Año».
La expectación por el iPhone fue tan grande que miles de personas hicieron fila días antes del lanzamiento en tiendas de Apple y AT&T, algunas enfrentando escasez del producto solo una hora después de su llegada al mercado. Para evitar incidentes similares a los que se vivieron durante el lanzamiento de la PlayStation 3, Apple contrató agentes de policía fuera de servicio para mantener la seguridad.
El éxito del iPhone no tardó en expandirse fuera de los Estados Unidos, llegando a Reino Unido, Francia y Alemania en noviembre de 2007, y a Irlanda y Austria en 2008, consolidándose como un referente en la evolución de los smartphones.