En Haití, durante este año, han perdido la vida más de 2,400 individuos, con cientos de víctimas a causa de linchamientos llevados a cabo por residentes y grupos de autodefensa. Esta escalada de violencia es resultado de las pandillas que han tomado control de la nación haitiana.

La portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, compartió esta alarmante situación el día viernes en una rueda de prensa en Ginebra, Suiza. Ella detalló que entre el 1 de enero y el 15 de agosto de este año, se registraron al menos 2,439 fallecidos y 902 heridos.

La respuesta a este aumento de violencia ha visto la formación de movimientos de «justicia popular» y grupos de autodefensa, como resultado de la creciente inseguridad. Desde finales de abril hasta mediados de agosto, más de 350 personas, incluyendo 310 supuestos miembros de pandillas, un oficial de policía y 46 civiles involucrados en los incidentes, fueron víctimas de linchamientos llevados a cabo por pobladores locales y grupos de autodefensa.

Ante esta cruda realidad, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha instado con urgencia a la implementación de medidas inmediatas para desplegar una fuerza multinacional independiente de la ONU, con el objetivo de asistir a las fuerzas de seguridad haitianas. Türk subrayó la necesidad de proteger los derechos humanos del pueblo haitiano y aliviar su sufrimiento.

Haití enfrenta una profunda crisis humanitaria, económica y política que se ha arrastrado durante varios años. Desde el año 2016, el país no ha logrado llevar a cabo elecciones, agravando aún más su situación.