En el vasto y diverso panorama económico de América Latina, la productividad laboral se erige como un indicador crucial para medir el desempeño y la eficiencia de las naciones en la conversión de recursos en producción.

Recientemente, el Consejo Monetario Centroamericano (CMCA) ha lanzado un informe que examina las dinámicas de productividad laboral en tres países: Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, ofreciendo una ventana a las distintas realidades económicas de la región.

República Dominicana: Un Crecimiento con Reservas

República Dominicana, a pesar de ser reconocida por su dinamismo económico reciente, presenta una paradoja en términos de productividad laboral. Según el informe, este país ha superado el promedio regional con un crecimiento de la productividad laboral del 2.4% entre 2006 y 2023.

Sin embargo, este crecimiento ha estado acompañado por un estancamiento en la Productividad Total de los Factores (PTF), que ha mostrado valores negativos en promedio desde 1988. Este fenómeno subraya una dependencia casi exclusiva de la acumulación de capital físico y de la cantidad de mano de obra para impulsar la economía, dejando de lado la innovación y el desarrollo tecnológico.

El estudio apunta a que la falta de inversión en capital tecnológico y la insuficiente calidad del capital humano están limitando significativamente el potencial productivo del país. Si esta tendencia no cambia, el crecimiento económico podría enfrentar una desaceleración en el futuro cercano, lo que afectaría no solo el desarrollo económico sino también el bienestar social.

Costa Rica: Un Ejemplo de Estrategia

Costa Rica, por otro lado, se posiciona como un líder en la región con respecto a la productividad laboral. El país ha logrado un crecimiento promedio del 3.4% en productividad por horas trabajadas durante el período 2006-2023.

Este avance es atribuible a una estrategia bien definida que incluye la integración en cadenas de valor globales, la atracción de inversión extranjera directa en sectores de alta tecnología y un fuerte énfasis en la mejora del capital humano.

No obstante, la pandemia de COVID-19 y una reciente desaceleración en la PTF han presentado nuevos retos. Aunque el capital físico sigue siendo un pilar fundamental del crecimiento económico costarricense, la calidad del capital humano y la inversión en tecnología aún tienen espacio para mejorar. En 2023, Costa Rica registró un aumento del 3.4% en la PTF, un signo esperanzador después de años de contracción.

Guatemala: Los Desafíos de la Ineficiencia

Guatemala, en contraste, enfrenta significativos desafíos estructurales. El crecimiento promedio de la productividad laboral por horas trabajadas ha sido solo del 0.6% en el mismo período analizado, posicionando al país entre los de peor desempeño en la región. Esta situación refleja una serie de obstáculos, incluyendo una infraestructura subdesarrollada, baja inversión en innovación y una fuerza laboral con formación insuficiente.

El modelo de crecimiento guatemalteco ha dependido en gran medida de la cantidad de mano de obra, lo cual no ha contribuido significativamente al aumento del PIB per cápita ni a la reducción de las brechas de desarrollo. A pesar de algunos avances recientes en la PTF, su impacto en el crecimiento económico sigue siendo marginal.

Conclusión

El informe del CMCA no solo destaca las disparidades en productividad laboral entre estas tres naciones sino que también subraya la necesidad urgente de políticas que fomenten la innovación, mejoren el capital humano y promuevan una integración más efectiva en los mercados globales.

Sin estos cambios, el crecimiento sostenido y la competitividad internacional de estos países podrían estar en riesgo, impactando la calidad de vida de sus habitantes y su posición en el escenario económico mundial.