Luego de más de 20 años de debates, modificaciones y estancamientos legislativos, República Dominicana continúa operando con un Código Penal redactado en el siglo XIX.
En un mundo globalizado, donde el crimen organizado, la corrupción transnacional, el feminicidio y los delitos tecnológicos están en constante evolución, República Dominicana no puede seguir dependiendo de una legislación obsoleta.
El nuevo Código Penal introduce más de 70 nuevos tipos penales, que abarcan desde el feminicidio, el acoso sexual y laboral, hasta delitos tecnológicos como el robo de identidad digital, el ciberacoso y la difusión no consentida de contenido íntimo. Además, fortalece la lucha contra la corrupción, establece la responsabilidad penal de personas jurídicas, y permite la acumulación de penas de hasta 60 años.
Crímenes sin castigo claro
La legislación vigente no reconoce de manera específica muchos delitos que hoy afectan a miles de ciudadanos. Por ejemplo, el “ácido del diablo”, que ha dejado secuelas permanentes en decenas de mujeres, aún no está tipificado como delito autónomo en el actual código. Lo mismo ocurre con el ciberacoso, la pornografía infantil digital y los delitos contra el medio ambiente.
Además, la falta de un marco legal actualizado ha complicado la persecución judicial de actos de corrupción, debido a plazos de prescripción limitados o vacíos legales que favorecen la impunidad.
La aprobación del nuevo Código Penal representa una deuda institucional con la ciudadanía, especialmente con las víctimas que hoy no encuentran justicia efectiva en un sistema penal anclado al pasado.