Cuando la salud en RD depende del bolsillo, enfermarse es un lujo

Cada año, en República Dominicana se detectan miles de casos de enfermedades de transmisión sexual, entre ellas el Virus del Papiloma Humano (VPH), una de las principales causas de cáncer de cuello uterino  de pene, ano, vagina, vulva y garganta. Así como verrugas genitales y otros.

Aunque existen vacunas y tratamientos eficaces para prevenir o controlar estos males, la realidad es que ni los seguros médicos ni el Estado los costean de forma eficiente, llevando consigo a que muchas familias tengan que endeudarse para protegerse o tratarse; mientras que otras, simplemente no pueden pagarlos y enfrentan complicaciones graves o incluso la muerte.

Enfermarse pasó de ser una condición de salud a ser un lujo

Afrontar una enfermedad grave no solo pone a prueba la salud de las personas, sino también su estabilidad económica. Medicamentos vitales, tratamientos necesarios e indispensables para combatir el cáncer y vacunas preventivas como la del VPH siguen siendo inaccesibles para miles de dominicanos debido a la falta de cobertura en los seguros médicos y la limitada respuesta del sistema de salud público.

Medicamentos oncológicos; una necesidad que no todos pueden costear

A diario, miles de pacientes reciben un diagnóstico de cáncer y con ello una lista de medicamentos especializados que pueden constar desde decenas de miles hasta millones de pesos al año. Fármacos de primera necesidad para evitar que la enfermedad continúe avanzando entre ellos las inmunoterapias, las terapias biológicas o medicamentos de última generación quedan fuera de la cobertura de muchos planes de seguro de salud, incluidos los del Régimen Subsidiado.

Aunque existen programas de asistencia y opciones genéricas, la realidad es que no siempre cubren la totalidad de los costos del tratamiento o no están disponibles para todos los pacientes.

La vacuna del VPH un derecho para pocos

La vacuna contra el Virus del Papiloma Humano, reconocida por prevenir la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino, apenas llega a una parte de la población. El esquema oficial recomienda aplicarla solo a niñas entre los 9 y 14 años, aunque muchas no la reciben por falta de información.

Pero, ¿Qué pasa con las personas adultas que necesitan aplicar la vacuna para prevención y control del virus?

Si pasado el rango de edad establecido por el Gobierno una persona se contagia, debe disponer de mínimo 15,000.00 pesos para poder costear cada dosis y se requieren al menos dos aplicaciones. Para muchas familias, priorizar la comida y la educación hace imposible cubrir este gasto preventivo.

Voces que cuentan la realidad

María, madre de una adolescente, relata: “Me dicen que me ponga la vacuna para prevenir el cáncer, pero el seguro no me la paga y con lo que gano apenas llego a fin de mes. “¿De dónde saco para eso?” pregunta.

Por su parte, oncólogos como el Dr. Julio Pérez señalan: “El cáncer no espera. Tenemos pacientes que podrían vivir más y mejor con medicamentos modernos, pero los abandonan porque sencillamente no pueden pagarlos. La cobertura debería ser más amplia y justa.”

Un contraste evidente

República Dominicana se queda atrás respecto a otros países de la región. En México, Costa Rica y Panamá, la vacuna del VPH se aplica de forma gratuita a niñas y, en algunos casos, también a varones. Además, sistemas de salud como el costarricense financian medicamentos de alto costo mediante fondos públicos o programas de apoyo social, evitando así la quiebra económica de muchas familias.

En cambio, en el país, ante enfermedades graves como el cáncer, las ARS no ofrecen la cobertura suficiente y, en muchos casos, los pacientes desconocen a dónde acudir para recibir la orientación adecuada durante el proceso.

La falta de acceso a medicamentos oncológicos y vacunas preventivas como la del VPH evidencia una deuda pendiente que urge saldar. Proteger la salud no debería depender del bolsillo, sino ser un derecho garantizado para todos los ciudadanos.

El Ministerio de Salud Pública reconoce la necesidad de ampliar la cobertura, pero los recursos siguen siendo limitados. Mientras no existan soluciones efectivas y sostenibles, la salud continuará siendo, para muchos dominicanos, un lujo imposible de costear.