Rafah.- La Unicef advirtió este lunes que una incursión militar de Israel en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, sería «catastrófica» para 600.000 niños que se refugian en la ciudad, miles de los cuales tienen una discapacidad, condición médica u otra vulnerabilidad que los pone en un peligro aún mayor.

“Rafah es ahora una ciudad de niños que no tienen ningún lugar seguro adonde ir en Gaza», indicó en un comunicado Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef, tras la advertencia del Ejército israelí que ordenó evacuar a unos 100.000 residentes de Rafah ante la posibilidad de una acción militar.

De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), tras las órdenes de evacuación de octubre de trasladarse hacia el sur, se estima que ahora hay alrededor de 1,2 millones de personas refugiadas en Rafah, que fue hogar para 250.000 personas, y que muchos de esos menores han sido desplazados varias veces y se refugian en tiendas de campaña o viviendas informales e inestables.

Dada la alta concentración de niños, -incluidos muchos que son muy vulnerables y están al borde de la supervivencia- , así como la probable intensidad de la violencia, con posibles corredores de evacuación probablemente minados o llenos de municiones sin detonar y servicios en áreas de reubicación que muy probablemente sean limitados, Unicef advirtió de una nueva catástrofe para los menores.

Afirmó que las operaciones militares provocarán un gran número de bajas civiles y que los pocos servicios básicos e infraestructuras que quedan y que necesitan para sobrevivir, quedarán totalmente destruidos.

«Más de 200 días de guerra han cobrado un precio inimaginable en las vidas de los niños», afirmó Russell.

Aseguró que de concretarse las operaciones militares a gran escala, los niños no sólo correrán el riesgo de sufrir la violencia, sino también el caos y el pánico, «en un momento en el que sus estados físicos y mentales ya están debilitados».

Indicó además que los niños están siendo asesinados y heridos de forma desproporcionada y sufren de manera más aguda las interrupciones de la atención médica, la educación y la falta de acceso a alimentos suficientes.

Según el Ministerio de Salud palestino, más de 14.000 niños han muerto en el conflicto que comenzó el pasado 7 de octubre.

Unicef estima que unos 65.000 niños tienen alguna discapacidad preexistente, incluidas dificultades para ver, oír, caminar, comprender y aprender; que unos 78.000 son menores de dos años y que, de ellos, casi 8.000 padecen desnutrición aguda.

También, que unos 175.000 menores de 5 años (o 9 de cada 10) están afectados por una o más enfermedades infecciosas y casi todos ya necesitan apoyo psicosocial y de salud mental, indicó la organización, que hizo un llamado al alto al fuego humanitario «inmediato y duradero», la liberación de los rehenes y el fin de cualquier violación grave contra los niños.

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