La situación de escasez de alimentos en Haití, agravada por el cierre de la frontera con la República Dominicana, ha llevado a que ciudadanos haitianos se dediquen al contrabando de alimentos hacia su país de origen, tanto para su uso personal como para su venta.
Con el propósito de evitar este flujo de alimentos, las autoridades, incluyendo la Dirección General de Aduanas y la Policía Nacional, han desplegado agentes en el puente fronterizo y áreas cercanas. Estos agentes llevan a cabo inspecciones de los paquetes y pertenencias de los ciudadanos haitianos que cruzan la frontera para frenar estas actividades.
Durante estos operativos, se han incautado grandes cantidades de productos, algunos de los cuales han sido destruidos, mientras que otros han sido llevados a la Dirección de Aduanas en Juana Méndez, Haití. Hasta ahora, no se ha dado a conocer el destino final de estos productos incautados.
En el proceso de inspección, las autoridades han detenido a algunos haitianos que resisten la confiscación de los productos agrícolas que traen desde la República Dominicana debido al cierre de la frontera y la escasez de alimentos.
A pesar de la clausura de la frontera por parte de Haití, se ha mantenido una pequeña apertura en el puente fronterizo para permitir el regreso de los ciudadanos haitianos que se encuentran en la provincia de Dajabón y desean volver a su país. Esta facilidad ha sido aprovechada por haitianos para llevar productos agrícolas y otros alimentos, a menudo camuflajeados. Sin embargo, si estos productos son detectados por los agentes, son confiscados.
El conflicto entre ambos países ha llevado a la República Dominicana a implementar medidas parciales de reapertura de la frontera, mientras que Haití ha mantenido su oposición a esta apertura parcial, esperando la normalización de las actividades comerciales en la frontera.