La primera dama de la República Dominicana, Raquel Arbaje, confesó que le pidió a su esposo, el presidente Luis Abinader, que no se postulara para la reelección y aseguró que para ella ocho años en el poder podrían ser excesivos, pero que al final aceptó la decisión de su esposo, reconociendo que un matrimonio es para darse apoyo.

“Ocho años suena tanto, pero pasan rápido; es que el día a día en el ejercicio público, porque yo no le llamo gobierno, tú puedes hacer tanto, pero a la vez también, como decía Luis, los días son largos y los años cortos porque tú vas viendo que se va haciendo el ciclo rápidamente, resuelves muchas situaciones, pero de repente ya han pasado cuatro años”.

Además agregó: “Yo le decía a Luis, ¡no vayamos a reelección!, creo que podemos completar un periodo de cuatro años. Pero como es un matrimonio y un matrimonio es un equipo, yo dije, déjame dejarle que, si Dios nos ayuda y tenemos salud, él complete lo que inició” y afirmó: “El trabajo nunca se va a acabar”.

En ese mismo orden, la primera dama reconoció que las razones fundamentales que la orillaban a pensar que cuatro años más no eran necesarios porque sentía que tal vez ocho años eran mucho.

Asimismo, Arbaje especificó que desde los 19 años está inmersa en la política y que fue delegada en un centro de votación del partido que pertenecía a Rafael Abinader (padre de Luis Abinader), que en ese entonces era un partido minoritario.

A pesar de los cambios, la primera dama afirmó que su vida no ha cambiado mucho y puntualizó que su vocación de servicio la heredó de su familia y que su experiencia como comerciante le ha permitido mantenerse cercana a la gente.

“Me siento muy a gusto y auténtica. Estoy satisfecha de demostrar que, en el servicio público, se puede ser accesible y cercana”, dijo.

Llegada al Palacio Nacional

Arbaje reveló que, cuando llegaron al Palacio Nacional en 2020, expresó su deseo de recuperar el despacho original de doña Rosa Gómez de Mejía (2000-2004) y evitar manejar grandes fondos públicos. Actualmente, su oficina, que forma parte del Ministerio de la Presidencia, cuenta con un presupuesto mensual de 12 millones de pesos y recibe donaciones de entidades internacionales y particulares.

La oficina que dirige, llamada “Uniendo Voluntades”, opera con un equipo de alrededor de 30 personas y está abierta para atender cualquier solicitud y resolver problemas de la gente.

La primera dama explicó que, aunque se reciben muchas solicitudes, se organizan bien y utilizan plataformas digitales para gestionar los casos. “A veces recibimos a personas con necesidades médicas, las cuales canalizamos a través de SeNaSa, Salud Pública y el SNS para ampliar la cobertura”, añadió.

Raquel Arbaje enfatizó que, aunque enfrenta limitaciones como primera dama, su oficina está comprometida a ayudar en lo que sea posible y a mantener un contacto cercano con la ciudadanía.

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