En la era de la globalización, donde la competencia por el talento calificado es internacional y cada vez más intensa, la fuga de cerebros ha emergido como uno de los desafíos más apremiantes para los países en vías de desarrollo.

En República Dominicana, aquellos con la mejor educación optan por buscar oportunidades fuera de nuestras fronteras con la esperanza de mejores ofertas laborales, mejores condiciones de vida y ambientes de investigación más enriquecedores.

Nuestros jóvenes más brillantes y talentosos, no se emplean ni contribuyen a la construcción de nuestra sociedad o al desarrollo de nuestro país. Esto se traduce en una pérdida significativa en términos económicos y de capital humano, pero que además debilita el tejido social.

Una de las consecuencias más directas de esta fuga es el estancamiento de la innovación. La falta de profesionales altamente capacitados para liderar investigaciones y desarrollar tecnologías obstaculiza el progreso en campos científicos y tecnológicos. Esto, a su vez, limita las oportunidades de crecimiento económico y dificulta la transición hacia una economía basada en el conocimiento.

Es por ello, que la retención del talento debe ser una prioridad en materia de políticas publicas educativas. Durante muchos años, nuestros cerebros tenían un pasaje de ida sin regreso y ya era momento de tomar medidas para atraerlos devuelta a su país. Esta gestión y el presidente Abinader han sido abanderados de la educación STEM, de ofrecer facilidades financieras para emprender en sus negocios a través del Banreservas y de Promipymes, entre otras instituciones. El INFOTEP ha aumentado su presencia en el territorio nacional para ofrecerle carreras técnicas a los jóvenes, y también validar competencias y habilidades.

En el Congreso, hemos trabajado en ese sentido con la ley de teletrabajo y de E-sports para generar mayores oportunidades y queda pendiente conocer y aprobar la Ley del Marco Nacional de Cualificaciones que ayudará a que el país pueda priorizar las necesidades laborales del momento. De este modo, habrá mayor diversidad en la oferta y no tendremos solo a las casas de altos estudios replicando los mismos profesionales, mayormente de carreras adscritas a las ciencias sociales y humanidades, lo que provoca una saturación de profesionales en las mismas categorías.

Actualmente los jóvenes que emigran con becas pagadas por el gobierno deben de regresar al país por un tiempo para devolver lo que el Estado les brindó como oportunidad. Entendemos que esto debe ser reforzado ya que naturalmente, el Estado debe garantizarles que, a su regreso, tengan una plaza de trabajo que vaya de acorde a su preparación y capacidades. Con estas y otras medidas más esperamos cautivar a todos los dominicanos lejos de su hogar, a regresar y aportar.

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