Por Orlando Jorge Villegas

En los últimos años, República Dominicana ha experimentado un notable incremento en el número de conciertos, festivales y eventos internacionales que se llevan a cabo en el país. Este florecimiento ha ido de la mano de un aumento en la calidad de los artistas y las producciones. Los escenarios dominicanos han visto artistas de talla mundial como Rod Stewart, Michael Bublé, Elton John, y producciones tan elaboradas como las de Coldplay o Bad Bunny. Esto convierte a nuestro país en un destino de entretenimiento cada vez más atractivo.

Sin duda, esta tendencia ascendente ha sido un motor fundamental para el turismo en República Dominicana. La industria del entretenimiento ha generado una vibrante fuente de ingresos y ha convertido a nuestro país en un destino apetecible para los amantes de la música, la cultura y el arte. Ante este escenario, resulta imperativo analizar la cuestión desde una perspectiva de políticas públicas para continuar favoreciendo el crecimiento de esta lucrativa industria. Desde crear nuevas infraestructuras hasta mejorar y mantener en buenas condiciones las existentes, es importante contar con espacios adecuados que permitan albergar estos eventos de manera eficiente, cómoda y segura para todo el público.

Asimismo, sería provechoso diversificar los destinos de entretenimiento en el país. Si bien Santo Domingo, La Romana y Punta Cana han sido los anfitriones de eventos por excelencia, existen otras regiones en República Dominicana que podrían ser destinos igualmente atractivos. Al promocionar los eventos en otros destinos, se contribuye al desarrollo comercial y la economía de esa localidad.

La industria del entretenimiento es un motor económico poderoso. Datos del International Trade Administration demuestran que la industria de medios y entretenimiento en los Estados Unidos es la más grande del mundo, con un valor estimado de 660 mil millones de dólares. Eventos y artistas de renombre, como Taylor Swift, Beyoncé y el fenómeno «Barbenheimer», han contribuido significativamente al crecimiento económico de Estados Unidos. Las giras de estas super estrellas y las películas taquilleras se espera que aporten hasta 8.5 mil millones de dólares al crecimiento de la economía estadounidense en el tercer trimestre, según Bloomberg Economics.

República Dominicana ya ha dado pasos significativos para fomentar esta industria a través de la Ley de Cine y la Ley de Mecenazgo Cultural. Sin embargo, es imperativo que continuemos desarrollando políticas públicas destinadas a aprovechar y explotar estas industrias. Con ello, no solo se beneficia nuestra economía, sino que, además, se enriquece nuestra cultura, se apoya la música y el talento local, y lo más importante, se generan espacios de entretenimiento y sociabilización sanos para los dominicanos de todas las edades. 

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