«Planet of the Apes» parecía haber terminado con un renacimiento en 2017, las películas fueron rentables y los grandes estudios decidieron intentar nuevamente con una secuela. «New Kingdom» no sigue directamente los eventos de la trilogía anterior. Con un salto temporal de 300 años, no quedan personajes antiguos, y se presenta un nuevo protagonista enfrentando desafíos tanto similares como diferentes. César, a quien hemos seguido en varias aventuras, es ahora solo un recuerdo lejano.
Este aspecto es uno de los más interesantes de la película: ¿Qué queda de los hechos pasados? ¿Cómo tratan los otros simios al famoso ancestro? «Planet of the Apes: New Kingdom» explora estas preguntas de diversas maneras. Mientras el Clan Águila ignora las leyendas, Raka intenta defender y transmitir las enseñanzas de César, aunque no las comprende del todo. Próximo César, por otro lado, utiliza el nombre para su propia agenda de poder, ignorando lo que realmente sucedió en el pasado.
La película establece paralelismos con las religiones, utilizando la ciencia ficción para abordar y criticar aspectos sociales actuales. Sin embargo, el guionista Josh Friedman no profundiza suficientemente en este tema, limitándose a una narrativa de simios buenos contra simios malos, aunque de manera visualmente impresionante. Los escenarios, que muestran una civilización perdida con telescopios, antenas parabólicas, barcos y rascacielos, son visualmente impactantes y encajan bien con la competencia entre el hombre y la naturaleza, y la pregunta de si el conocimiento del pasado contiene la clave del futuro.
«Planet of the Apes: New Kingdom» marca un punto de inflexión en la franquicia no solo por su separación de César. Esta vez, el protagonista es Noa, un chimpancé adolescente interpretado por Owen Teague, que lucha por encontrar su lugar en su clan. La película se asemeja a veces a una típica historia de adolescencia, con primeros amores, pruebas de coraje y la exploración de los propios límites, resultando encantadora cuando Noa enfrenta situaciones que exceden su comprensión.
Sin embargo, este enfoque juvenil hace que muchos elementos parezcan menos importantes comparados con las películas anteriores, y la gravedad existencial de la trilogía original se pierde. Además, Owen Teague no logra llenar el papel dejado por Andy Serkis, cuya interpretación de captura de movimiento como César fue tan destacada que se consideró para una nominación al Oscar.
«New Kingdom» tiene potencial, especialmente con un final que adelanta futuros acontecimientos, despertando curiosidad por las próximas entregas. Pero, por ahora, es principalmente una exposición, bastante extensa para su contenido limitado. Aunque tiene momentos emocionantes, se prolonga en otros. Hasta ahora, la nueva trilogía no ha justificado su existencia más allá de lo económico. Es un comienzo aceptable si se disfruta visualmente, pero no ofrece mucho en términos de trama, historia o personajes, dejando mucho que desear.