INGLATERRA.- Megan Royle, de 33 años y residente en East Yorkshire, vivió una experiencia angustiante al ser diagnosticada erróneamente con cáncer de piel en 2019. Tras el diagnóstico, se sometió a un tratamiento de inmunoterapia y, preocupada por su fertilidad, sus óvulos fueron congelados. Sin embargo, en 2021, una revisión médica reveló que nunca había tenido cáncer en absoluto. Este impactante error la dejó en estado de «shock completo».
La confusión e incredulidad se apoderaron de Megan, quien no recibió una explicación satisfactoria sobre cómo y por qué ocurrió el diagnóstico erróneo que la llevó a creer que padecía cáncer durante dos años.
La odisea comienza cuando la refieren a su médico de cabecera para una revisión dermatológica en el Hospital de Chelsea y Westminster en 2019. Ella visita la clínica debido a preocupaciones sobre un lunar en su brazo superior que había experimentado un crecimiento, irritación y formación de costras. Royle se realiza una biopsia que muestra la presencia de un melanoma; un tipo de cáncer de pie; así que la remiten al Hospital Royal Marsden de Londres, para recibir un tratamiento especializado. Allí, se confirma el diagnóstico de cáncer y someten la joven Megan a una cirugía para extirpar el supuesto «cáncer» y el tejido circundante. Además, recibió nueve ciclos de tratamiento de inmunoterapia y congeló sus óvulos como precaución.
El momento crítico llega con el confinamiento del COVID-19
Megan regresa de Londres a East Yorkshire, y otro hospital revisa su expediente y escáneres, revelando el error. La noticia de que nunca tuvo cáncer fue impactante y le llevó tiempo asimilarla. A pesar de sentir alivio, las emociones más intensas que experimentó fueron la frustración y la ira por haber pasado por un tratamiento y una cirugía innecesarios durante dos años.

Megan, con la asistencia legal de Hudgell Solicitors con sede en Hull, obtuvo un acuerdo extrajudicial con los dos fideicomisos del NHS de Londres involucrados. El Fideicomiso de la Fundación NHS de Royal Marsden ofreció disculpas por la angustia causada y expresó su satisfacción por el acuerdo alcanzado.
Esta historia destaca la importancia de la precisión en los diagnósticos médicos y los efectos devastadores que un error puede tener en la vida de una persona. La experiencia de Megan Royle subraya la necesidad de una atención médica minuciosa y de una revisión rigurosa de los casos clínicos para evitar situaciones tan traumáticas como esta.