Más de mil soldados sirios, incluidos oficiales, cruzaron a Irak tras solicitar autorización en medio de una ofensiva insurgente que pone en jaque al gobierno del presidente Bachar al Asad, según informaron este sábado fuentes militares y oficiales a EFE.
Una teniente coronel de las Operaciones de Al Anbar, en el oeste de Irak, declaró que «más de mil miembros del Ejército sirio, entre ellos varios oficiales, ingresaron hoy al territorio iraquí tras obtener los permisos necesarios debido a la grave tensión de seguridad y los enfrentamientos armados en Siria».
El informante, quien prefirió mantener el anonimato, explicó que la permanencia de estos militares en Irak será «temporal, hasta que se coordine con las autoridades sirias su retorno». Por su parte, la agencia oficial de noticias iraquí INA confirmó el número de soldados que cruzaron la frontera, señalando que fueron recibidos, atendidos y se les brindó la asistencia requerida, sin ofrecer más detalles.
No está claro si el ingreso de estos soldados a Irak se debe a que resultaron heridos en los enfrentamientos o a una posible deserción del Ejército sirio.
En paralelo, varios ministros de Exteriores de Oriente Medio se reunirán esta noche en Doha, la capital de Catar, para discutir la situación en Siria, en un contexto marcado por los avances de la alianza islamista respaldada por Turquía, el Organismo de Liberación del Levante. Así lo confirmó el ministro de Relaciones Exteriores de Irak, Fuad Husein, quien subrayó que su país no permitirá que se utilice su territorio como campo de batalla para resolver conflictos externos.
«Si hay algún ataque contra Irak, nos defenderemos y no permitiremos que ningún grupo o fuerza militar cruce la frontera. Nuestra política es no intervenir en los asuntos sirios», afirmó Husein, aludiendo a informes que sugieren que milicianos proiraníes de Irak podrían haber cruzado hacia Siria para apoyar al presidente sirio, Bachar al Asad, respaldado por Irán y Rusia, en su lucha contra los avances de la alianza rebelde islamista.