La madre y otros familiares de Rosa Acevedo, residentes dominicanos en Brooklyn, están buscando justicia tras el trágico asesinato de Rosa y su hijo Gustavo Devora a manos del esposo celoso, Luis Collado. La familia está solicitando la colaboración de la comunidad para costear los funerales y el transporte de los cuerpos de las víctimas a la República Dominicana.

Collado, de 52 años, se enfrenta a acusaciones por el crimen ocurrido el viernes 17 de noviembre en la residencia familiar. La madre de Rosa, Sarah Abreu, expresó su dolor, mencionando que el hombre las trataba bien anteriormente, pero su comportamiento violento se intensificó debido a celos extremos, resultando en la trágica pérdida de la vida de Rosa y Gustavo.

Rosa, de 43 años, perdió su empleo en un hospital debido a las ausencias provocadas por la violencia doméstica. La familia reveló que intentó denunciar a Collado, pero la situación empeoró cuando él la acosaba constantemente y no la dejaba sola. La hermana de Rosa, Ramona Acevedo, describió la agresividad del agresor, indicando que cualquier cosa molestaba a Collado.

La familia lamenta la pérdida de Rosa, recordándola como una mujer alegre y querida por todos. Según relatos, Rosa intentó separarse de Collado para trabajar tranquilamente, pero él reaccionó de manera violenta cuando ella fue a recoger sus pertenencias. Gustavo intervino para proteger a su madre y resultó también víctima de los disparos.

Un sobrino adolescente logró escapar y sobrevivir al presenciar los asesinatos, ya que el arma se quedó sin balas. Collado, actualmente en prisión preventiva, se enfrentará a una audiencia en la corte de Brooklyn. La familia busca asegurar que no salga de la cárcel y pide apoyo financiero a través de una campaña en GoFundMe para los gastos funerarios y la repatriación de los cuerpos a la República Dominicana.

Hasta el momento, la campaña ha recaudado más de $12,765 dólares, superando la meta inicial de $10,000. La familia agradece a quienes han contribuido y solicita más ayuda para despedir a Rosa y Gustavo en su país natal.

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