El 31 de diciembre, durante su mensaje de Navidad, la Reina Margarita de Dinamarca anunció su decisión de abdicar, marcando el fin de sus 52 años de reinado. Hoy, en el Parlamento de Copenhague, en el Palacio de Christiansborg, la Reina firmó oficialmente la declaración de abdicación, y su hijo, el hasta entonces Príncipe Federico, se convirtió en el nuevo rey. Miles de daneses se congregaron para presenciar este momento especial.
Después de la proclamación, Federico y su esposa, Mary Donaldson, salieron al balcón de Christiansborg y compartieron un beso, simbolizando el comienzo de su reinado y poniendo fin a los rumores de crisis sentimental que habían circulado tras las fotografías del rey con Genoveva Casanova paseando por las calles de Madrid.
En un breve discurso ante la multitud, el nuevo rey expresó su deseo de ser un «rey unificador», reconociendo la dedicación de su madre al reino. La Reina Margarita, ahora reina emérita, no pudo contener sus emociones cuando su hijo firmó los documentos que lo consagraron como rey de Dinamarca, derramando lágrimas de emoción.
La transición de poder se llevó a cabo en un Consejo de Estado, donde Margarita II, a los 83 años, anunció su retiro debido a problemas de salud y la necesidad de dar paso a la nueva generación. El nuevo rey, Federico X, asume ahora la responsabilidad de liderar Dinamarca junto a su esposa y sus cuatro hijos.