Muchos de estos centros educativos operan de manera irregular, lo que compromete la calidad de la enseñanza y la adecuada regulación del sistema educativo
7 SEGUNDOS.- En la República Dominicana, los colegios privados enfrentan serias deficiencias en cuanto al cumplimiento de las normativas establecidas por el Ministerio de Educación, a pesar de estar regidos por la Ordenanza 4-200.
El artículo 16 de la Ley Orgánica de Educación No. 66-97 que rige el Reglamento de las Instituciones
Educativas Privadas señala que todos los centros docentes deben reunir requisitos mínimos para impartir las enseñanzas con garantía de calidad. Dichos requisitos se refieren a la titulación académica del profesorado, la relación numérica alumno-profesor, las instalaciones docentes y deportivas, y el número de puestos escolares.
Sin embargo, la mayoría de los colegios que brindan servicios de educación en el país no están debidamente regulados y matriculados ante el Ministerio de Educación. A pesar de que se requiere que estos centros educativos cumplan con ciertos estándares de calidad, infraestructura y formación docente, muchos de ellos operan sin una supervisión adecuada, lo que genera un vacío normativo y permite el incremento de prácticas irregulares.
Esta falta de regulación no solo afecta la calidad de la enseñanza, sino también el bienestar y los derechos de los estudiantes, que podrían verse expuestos a condiciones inadecuadas para su formación académica. Además, la ausencia de un control efectivo dificulta la implementación de políticas educativas nacionales y el acceso a recursos y apoyo gubernamental, lo que perpetúa las desigualdades en el sistema educativo del país.
Proceso de los colegio para operar
Para que un colegio sea reconocido oficialmente, debe cumplir con una serie de regulaciones que el Ministerio establece. Esto incluye la habilitación del local, la idoneidad del personal docente, la elaboración de planes de estudio adecuados, entre otros.
El proceso inicia con la presentación de una solicitud al Ministerio de Educación, a través de la Dirección General de Acreditación de Centros Educativos, por medio del Distrito Educativo correspondiente. Esta solicitud debe realizarse con una anticipación mínima de seis meses.
La persona interesada en establecer el centro debe estar disponible para la evaluación del proyecto o institución. Además, la solicitud de autorización para comenzar sus operaciones debe incluir el ideario del centro, especificar los niveles y modalidades educativas que ofrecerá, detallar el tipo de bachillerato, si se incluye el nivel medio, y señalar la jornada o tanda en la que funcionará el colegio.
Lo difícil de «poner un colegio»
Abrir un colegio en la República Dominicana implica una inversión inicial significativa, no solo para la infraestructura, sino también para los recursos educativos, materiales didácticos y el salario del personal.
La licenciada María Contreras, directora del colegio Andrés Bello en Sabana Perdida, explicó a 7 SEGUNDOS que una de las partes más difíciles para aperturar un centro educativo privado es obtener todas las licencias necesarias para operar.
«Una de las partes más difíciles de poner un colegio en el país es enfrentarse a la burocracia y obtener todas las licencias necesarias para operar. Desde el principio, uno se encuentra con un sinfín de trámites que parecen no tener fin. Se necesita paciencia y persistencia para cumplir con todos los requisitos del Ministerio de Educación», explica Contreras.
Asimismo, la licenciada afirmó que los costos iniciales para poder operar de manera regular son muy altos. «No es solo la inversión en infraestructura, sino también en la formación continua del personal docente para garantizar una educación de calidad. Encontrar y retener profesores capacitados también es un reto, ya que hay mucha competencia entre las instituciones educativas».
«A todo esto se suma la dificultad de conseguir financiamiento adecuado y las constantes fluctuaciones económicas que pueden afectar el presupuesto. Sin embargo, ver a todos los estudiantes aprender y crecer compensa todos esos obstáculos. Saber que estamos contribuyendo al futuro de nuestros niños y de nuestro país es la mayor recompensa. Cada logro de nuestros estudiantes es un recordatorio de que todo el esfuerzo vale la pena».
Otro desafío al que se enfrenta Contreras es cumplir con las normativas de seguridad y salud, debido a que hay que implementar todas las medidas necesarias para garantizar un entorno seguro para los estudiantes y el personal que opera en el centro.
Por último, lidiar con las expectativas de los padres también puede ser complicado. «En un mercado educativo tan competitivo, los padres esperan altos estándares desde el primer día. Esto significa que no hay margen para errores y que cada detalle, desde la calidad de las instalaciones hasta la metodología educativa, debe ser impecable», concluyó.
Lo fácil de «poner un colegio»
Establecer un colegio en la República Dominicana, aunque desafiante en muchos aspectos, también tiene sus partes fáciles y gratificantes. Según nos informó Contreras, una de las cosas más fáciles ha sido encontrar un lugar adecuado para constituir el colegio.
«Hay muchas opciones de terrenos y edificios disponibles, y con una buena planificación, es posible encontrar una ubicación que se adapte perfectamente a las necesidades del colegio y de los estudiantes«.
Para María, otro aspecto que ha sido sorprendentemente sencillo ha sido el apoyo de la comunidad. «Los padres y vecinos han mostrado un gran interés por tener un lugar cerca de la casa donde educar a sus hijos. Hemos recibido mucho apoyo y colaboración, lo cual nos facilitó el proceso de integración en la comunidad».
«Además, una vez que obtuvimos las licencias y permisos necesarios, el Ministerio de Educación ha sido bastante accesible para ofrecer orientación y apoyo. Nos ha proporcionado recursos y asesoramiento sobre cómo cumplir los estándares educativos y mejorar continuamente la calidad de nuestra enseñanza».
Contratar personal administrativo también ha sido relativamente fácil para ella. «Hay muchos profesionales calificados y motivados que están buscando oportunidades de empleo en el sector educativo, esto nos ha permitido formar un equipo de trabajo competente y dedicado desde el principio».
Finalmente, la licenciada puntualizó en la tecnología, la cual ha sido un gran aliado en el proceso. «Implementar plataformas digitales para la gestión escolar y la enseñanza ha sido sencillo y ha mejorado significativamente nuestra eficiencia operativa y la experiencia educativa de nuestros estudiantes. Las herramientas tecnológicas nos han permitido mantener una comunicación constante y efectiva con los padres y ha facilitado la educación a distancia cuando ha sido necesario».
Desafíos en la supervisión de los colegios privados
En la República Dominicana, la educación privada enfrenta serias dificultades en cuanto al cumplimiento de las normativas establecidas por el Ministerio de Educación, lo que afecta la equidad del sistema educativo, a pesar de que existen regulaciones claras para asegurar una educación de calidad.
El reto sigue siendo garantizar que todos los colegios, tanto nuevos como establecidos, cumplan con las regulaciones de calidad y con una formación docente capacitada, tal como lo exige la ley.
Es urgente que las autoridades refuercen la supervisión y control sobre los colegios privados y que implementen medidas efectivas para hacer cumplir las normativas, llevando a cabo una supervisión rigurosa y, ¿por qué no?, realizar el cierre inmediato de los colegios que no están debidamente registrados y que operan por sus propios medios. Solo de esta manera se podrá avanzar hacia un sistema educativo más transparente, equitativo y capaz de responder a las necesidades de todos los estudiantes, independientemente del tipo de institución que elijan.