EFE.- Las autoridades húngaras han liberado al menos a 1.385 presos extranjeros condenados por tráfico de personas desde que en mayo el Gobierno comenzase a aplicar esa medida de gracia con la condición de que abandonen el país en tres días, informó la prensa local.
La puesta en libertad se hizo posible mediante un decreto que el Gobierno del ultranacionalista Viktor Orbán aprobó en abril y que permite la puesta en libertad de esos presos con la condición de que salgan del país en tres días.
El portal informativo independiente «24.hu» informó de que según datos del Comando Nacional del Servicio Penitenciario (BvOP) hasta el 4 de agosto el número de traficantes liberados era de 1.385.
El ministro de Gobernación, Gergely Gulyás ha justificado la medida por la saturación de las cárceles de Hungría, algo que motivó las críticas de la Unión Europea.
Las autoridades, hasta el momento, han iniciado procesos contra seis personas por no haber abandonado el país en 72 horas, agregó el BvOP. Las condiciones para poder ser liberado son que la persona sea ciudadano extranjero y no haya cometido otro delito.
El mayo, la medida generó roces con Austria, un país vecino al que los migrantes suelen dirigirse para pedir asilo.
La Comisión Europea (CE) en julio abrió un procedimiento de infracción contra Hungría por la liberación de los traficantes de personas.
El Gobierno de Orbán es muy contrario a la inmigración y ha levantado vallas en su frontera sur, al tiempo que ha hecho casi imposible la petición asilo.
Hungría también practica las muy criticadas devoluciones en caliente hacia Serbia de todos aquellos que han cruzado la frontera de una manera ilegal.