PARIS, FRANCIA.- La Catedral de Notre Dame de París abrió nuevamente sus puertas este sábado, tras cinco años y medio de intensos trabajos de restauración que siguieron al devastador incendio de 2019. La ceremonia de reapertura estuvo marcada por momentos solemnes y una destacada asistencia internacional.
El arzobispo de París, Laurent Ulrich, dio inicio al evento al golpear tres veces las puertas del templo con su báculo, un gesto cargado de simbolismo que permitió la entrada al icónico edificio, de más de 860 años de antigüedad. El coro de la catedral acompañó este acto con el salmo 121, mientras los asistentes comenzaban a ingresar al recinto.
Entre los 1,500 invitados se encontraban líderes políticos y figuras destacadas, como el presidente francés Emmanuel Macron y su esposa Brigitte, quienes dieron la bienvenida a jefes de Estado y personalidades, incluyendo a Donald Trump, Elon Musk, Volodimir Zelenski, el príncipe Guillermo y el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier. Sin embargo, el papa Francisco y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no estuvieron presentes.
Evento
El evento también contó con la emotiva participación del órgano de Notre Dame, que sonó por primera vez desde el incendio gracias al trabajo de restauración de sus 8,000 tubos. Reconocidos organistas como Thierry Escaich y Olivier Latry estuvieron a cargo de esta presentación.
El papa Francisco, aunque ausente, envió un mensaje destacando cómo el arduo esfuerzo de las autoridades, la generosidad internacional y la dedicación de miles de personas transformaron la tristeza en celebración. En sus palabras, expresó la esperanza de que Notre Dame continúe siendo un símbolo de acogida y espiritualidad para los visitantes de todo el mundo.



El presidente Macron aprovechó la ocasión para agradecer a la nación francesa y a los trabajadores que hicieron posible la reconstrucción. “Cada gesto fue esencial para lograr lo que parecía imposible”, afirmó, subrayando que la catedral representa la fraternidad y la capacidad de las grandes naciones para unirse en proyectos significativos.
La reapertura marcó también el inicio de un programa litúrgico especial, que incluye una misa solemne el domingo, la consagración del altar y una serie de ocho ceremonias dedicadas a diferentes intenciones, como un homenaje a los bomberos que ayudaron a salvar el monumento. A partir del 16 de diciembre, la vida cotidiana de la catedral se reanudará, con acceso gratuito y horario regular para fieles y visitantes.
La reapertura de Notre Dame simboliza la resiliencia y el compromiso colectivo en preservar este tesoro gótico, que seguirá siendo un lugar de fe, cultura y encuentro para futuras generaciones.