Desde que el Gobierno de Ecuador implementó un estado de excepción y declaró un «conflicto armado interno» para combatir la creciente violencia vinculada al crimen organizado, las fuerzas militares y policiales del país han confiscado un total de 49,3 toneladas de drogas en operativos conjuntos.
Estos datos fueron proporcionados por el Eje de Seguridad, una coalición compuesta por altos mandos militares, policiales y gubernamentales, que detalló que durante los últimos 36 días se han decomisado también 2.352 armas de fuego, 12.020 explosivos, 163.179 municiones, 1.233 cargadores de balas y 3.333 armas blancas.
El Eje de Seguridad, establecido como parte del Plan Fénix contra el crimen, ha llevado a cabo un total de 93.939 operativos conjuntos entre policías y militares en todo el país, promediando alrededor de 2.609,41 operaciones diarias. De estas operaciones, 148 han sido dirigidas contra bandas criminales ahora consideradas como grupos terroristas por las autoridades.
Como resultado de estas acciones, las fuerzas de seguridad han detenido a 7.712 personas, incluyendo a 241 bajo cargos de terrorismo. Además, se informó que 8 personas identificadas como terroristas han sido abatidas por las fuerzas del orden, mientras que dos miembros de la Policía perdieron la vida en enfrentamientos, sin bajas reportadas en el ejército.
Entre los elementos recuperados se encuentran 979 vehículos, 896 motocicletas, 28 embarcaciones, así como una suma de dinero en efectivo y combustible.
El Gobierno ecuatoriano ha identificado al menos 22 grupos del crimen organizado transnacional como organizaciones terroristas, permitiendo así que las Fuerzas Armadas y la Policía actúen con todos sus recursos para neutralizarlos.
La decisión de declarar el «conflicto armado interno» surgió en medio de una espiral de violencia desatada por conflictos carcelarios, que se extendieron a las calles del país, convirtiendo a Ecuador en uno de los países más violentos, con una tasa de homicidios de 45 por cada 100.000 habitantes en 2023.