Cada año, la República Dominicana enfrenta múltiples desafíos con el regreso a clases, un fenómeno que pone de relieve las profundas dificultades que afectan el sistema educativo. El inicio de un nuevo año escolar no solo está marcado por la ilusión y las expectativas de estudiantes y familias, sino también por una serie de preocupaciones y retos que se presentan a nivel general.

Uno de los problemas más persistentes es la calidad y el estado de las instalaciones escolares. Muchas escuelas en el país luchan con infraestructuras deterioradas que afectan el ambiente de aprendizaje. Las aulas, bibliotecas y laboratorios, esenciales para el desarrollo académico, a menudo están en condiciones precarias. La falta de ventilación adecuada, el deterioro de las estructuras físicas y la escasez de espacio son problemas comunes que contribuyen a un ambiente poco propicio para la educación.

El deterioro en las instalaciones escolares es evidente en el estado de las paredes, techos y mobiliario, lo cual no solo representa un riesgo para la seguridad de los estudiantes, sino que también limita la funcionalidad de los espacios destinados al aprendizaje.

La insuficiencia de aulas en muchas instituciones también contribuye a la sobrecarga en las clases, haciendo difícil que los maestros puedan ofrecer una atención personalizada a cada estudiante.

Además, la infraestructura escolar carece de mejoras, y la disponibilidad de libros de texto y otros materiales educativos necesarios para el aprendizaje es desigual.

Falta de cupos en diversos centros educativos

La falta de cupo en las escuelas contribuye un desafío significativo en el país, debido al aumento de la matrícula escolar y la limitada capacidad de las instituciones educativas. Esto tiene como consecuencia una alta demanda en los planteles educativos, lo que conlleva a un aumento de las clases y una reducción en la calidad de la enseñanza.

A menudo, son constantes las quejas emitidas por los ciudadanos debido a que no encuentran un espacio disponible.

En la mayoría de los centros educativos, el cupo para nuevos estudiantes depende de la cantidad de alumnos que se retiren de cada escuela. ¿Cómo puede ser posible? Se supone que el derecho a la educación es uno de los principales derechos que tiene el ciudadano, según lo establece el artículo 63 de la Constitución de la República.

El cual claramente expresa: «Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones».

A partir de lo establecido en la Constitución, se deduce que es rol primordial del Estado garantizar todos y cada uno de los derechos fundamentales.

Es inconcebible que en un país que dice estar entre los más desarrollados y en mejora continua sean frecuentes este tipo de situaciones.

Otra problemática que influye en la falta de cupo son las escuelas terminadas que todavía no entran al sistema debido al nudo legal que las autoridades están trabajando para corregir.

Falta de maestros

Debido a que la cantidad de maestros designados para la educación no es suficiente, la pequeña masa que ejerce la función de docente se ve abrumada y no puede dedicar el tiempo necesario a cada estudiante, lo que resulta en un bajo rendimiento académico y desmotivación.

Asimismo, la ausencia de asistentes en las aulas agrava aún más la situación. Los maestros se ven obligados a manejar grandes grupos de estudiantes sin ayuda, lo que aumenta su carga laboral y estrés.

Esta falta de apoyo limita la capacidad de los docentes para innovar en sus métodos de enseñanza y prestar atención a cada estudiante de manera adecuada. A esto se le suma la sobrecarga de trabajo, que impacta negativamente en su bienestar emocional y físico.

Raciones alimenticias subsidiadas por el Gobierno

Otro de los innumerables problemas que presenta el sector educativo es la calidad en las raciones alimenticias que subsidia el Gobierno. Muchas veces, los alimentos llegan a los planteles fermentados, con poca estética e incluso con larvas.

Debido a esto, padres y estudiantes han expresado preocupaciones sobre la calidad y el valor nutricional de las comidas proporcionadas.

A menudo se mencionan problemas como la falta de variedad, ingredientes de baja calidad y una preparación inadecuada que no cumple con los estándares nutricionales necesarios para el desarrollo saludable de los estudiantes.

También hay preocupaciones sobre la higiene en la preparación y el manejo de los alimentos, el uso de ingredientes en mal estado y la falta de condiciones sanitarias adecuadas en los comedores escolares.

Pese a esta situación, a los padres no se les permite enviar ningún tipo de almuerzo a sus hijos al centro educativo, pues las autoridades dicen que no está permitido hacerlo, obligando de esta forma a los estudiantes a ingerir los alimentos en cualquier estado. Es esto o estar con hambre hasta las cuatro de la tarde por la llamada tanda extendida.

Necesidad de soluciones

Para abordar estos problemas y asegurar una distribución equitativa de los recursos educativos, es necesario realizar mejoras en las instalaciones, adecuar las aulas, renovar bibliotecas y laboratorios, y aumentar la disponibilidad de libros y materiales. Esto garantizará un entorno de aprendizaje más favorable y efectivo.

Se requiere una inversión significativa y un compromiso continuo con la mejora de las condiciones escolares.

De la misma manera, es necesario la construcción de más aulas, la mejora de la infraestructura escolar, la capacitación de maestros, la contratación de asistentes y el fomento del compromiso de los padres para transformar el panorama educativo.

El regreso a clases en la República Dominicana resalta la necesidad urgente de abordar los problemas de infraestructura y recursos educativos. Solo se podrá ofrecer una educación de calidad que prepare adecuadamente a los estudiantes para su futuro cuando se aborde esta problemática a fondo con la intención de resolverla.

Solo mediante un compromiso continuo con la mejora de las condiciones escolares se podrá ofrecer una educación que prepare adecuadamente a los estudiantes para su futuro, abordando así la necesidad urgente que se ha evidenciado con el regreso a clases.

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