El Día de Acción de Gracias, una de las celebraciones más esperadas en Estados Unidos, es conocido por su ambiente de reunión familiar y, por supuesto, por la gran cena que tiene como protagonista al pavo. Preparar un pavo para esta festividad puede parecer una tarea complicada, pero con los pasos adecuados, cualquiera puede lograr un pavo jugoso, tierno y delicioso.

Lo primero es seleccionar el pavo adecuado para tu familia o grupo de invitados. En general, se calcula aproximadamente 1 libra de pavo por persona, por lo que para una cena de 10 personas, necesitarás un pavo de alrededor de 10 libras. Si prefieres que el pavo sea más jugoso, un pavo de mayor tamaño puede ser una mejor opción, ya que es más fácil de manejar y cocinar.

Antes de cocinar el pavo, es importante seguir algunos pasos clave:

  1. Retira las vísceras: Extrae el cuello y las vísceras del interior del pavo, y guárdalos o deséchalos según prefieras.
  2. Seca el pavo: Usa toallas de papel para secar bien el pavo, lo que ayudará a conseguir una piel crujiente.
  3. Sazona: Salpica generosamente con sal y pimienta, y agrega hierbas frescas como romero, tomillo y salvia para potenciar el sabor.
  4. Relleno (opcional): Si decides rellenar el pavo, no sobrecargues la cavidad para evitar afectar la cocción. También puedes optar por cocinar el relleno por separado.

Uno de los secretos para lograr un pavo jugoso y con una piel dorada y crujiente es la mantequilla. Desliza trozos de mantequilla (alrededor de 115 gramos por cada 2.2 kg de pavo) entre la piel y la carne del pavo. Esto ayudará a que la carne se mantenga húmeda durante la cocción. También puedes untar la mantequilla en el exterior para una piel más dorada.

Aunque tradicionalmente se rellena el pavo con una mezcla de pan, cebolla y hierbas, es mejor hornear el relleno por separado. Esto asegura que el pavo se cocine más rápido y uniformemente, además de evitar el riesgo de contaminación por bacterias si el relleno no alcanza la temperatura adecuada.

De todas formas, en caso de que igual decidas rellenar el pavo, asegúrate de que el relleno esté completamente cocido antes de servirlo. Para una cocción más uniforme, asegúrate de que el relleno no esté demasiado denso dentro de la cavidad del pavo.

Un truco interesante que puedes tomar en cuenta es forrar las puntas de las patas con papel aluminio para que no se quemen. Si buscas una forma fácil de obtener un pavo jugoso, prueba usar una bolsa para asar. Esto retiene la humedad y acelera el proceso de cocción. El pavo también quedará más sabroso, ya que se cocina en su propio jugo.

Es importante no abrir el horno frecuentemente, ya que esto permite que se escape el calor y puede alargar el tiempo de cocción. Para asegurarte de que esté completamente cocido, usa un termómetro de cocina. La temperatura interna debe alcanzar los 74°C (165°F) en la parte más gruesa del muslo.

Una vez fuera del horno, deja que el pavo repose entre 20 y 30 minutos antes de cortarlo. Esto permite que los jugos se redistribuyan, lo que resulta en una carne más jugosa y sabrosa. No olvides hacer una salsa con los jugos que quedan en la bandeja del asador. Puedes hacer una deliciosa salsa agregando caldo de pavo, un poco de harina para espesarla y sazonando al gusto.

Con estos consejos, tu pavo de Thanksgiving no solo será un éxito, sino que se convertirá en una tradición que tus seres queridos esperan año tras año. Recuerda, lo más importante es disfrutar del proceso, compartir con la familia y, claro, ¡comer con gusto!