Sam Bankman-Fried ha sido sentenciado a 25 años de prisión por múltiples cargos relacionados con el colapso de FTX y Alameda Research. El empresario estadounidense, que dirigía su imperio de criptomonedas desde las Bahamas, pasará una considerable parte de su vida tras las rejas, según lo dictaminado por la Justicia federal de Estados Unidos.

En una audiencia llevada a cabo como estaba programado, el juez Lewis A. Kaplan anunció la sentencia de Bankman-Fried este jueves. A pesar de enfrentar la posibilidad de hasta 110 años de encarcelamiento, la condena se ha establecido en un cuarto de siglo, aunque acompañada de un golpe económico significativo para el estafador.

Bankman-Fried entró a esta fase del juicio con un panorama legal complicado. Los fiscales federales calificaron sus acciones como posiblemente el «mayor fraude de la última década», solicitando una sentencia de entre 40 y 50 años por el presunto desvío de alrededor de 8,000 millones de dólares.

El comité de libertad bajo fianza recomendó una sentencia de 100 años de prisión para el acusado. Los abogados de Bankman-Fried argumentaron que estas recomendaciones eran excesivas, expresando preocupaciones sobre su reincidencia delictiva.

Antes de escuchar su sentencia, Bankman-Fried ofreció una declaración de unos 20 minutos, expresando arrepentimiento por sus acciones. Sin embargo, sus palabras tuvieron poco impacto en el juez, quien consideró que el riesgo de reincidencia del ex magnate de las criptomonedas era significativo.

El juez afirmó que «existe un riesgo real de que este individuo cometa actos graves en el futuro», subrayando que «no es un riesgo insignificante». Además de su tiempo en prisión, la sentencia implica la renuncia de más de 11,000 millones de dólares vinculados a sus empresas, a los que podría haber accedido en el futuro.

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