El informe de la Unesco sobre cómo la tecnología digital afecta la educación ha generado muchas reacciones, especialmente en lo que respecta a los dispositivos como los teléfonos móviles, que según ellos, han obstaculizado el aprendizaje en todos los niveles.

Al respecto, el ministro de Educación, Ángel Hernández, la Asociación de Instituciones Educativas Privadas (AINEP) y el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres, Madres, Tutores y Amigos de la Escuela (APMAE) han expresado sus opiniones.

Según el ministro de Educación, Ángel Hernández, el alboroto causado por los resultados de este informe se debe a que la tecnología se ha presentado como la solución perfecta para mejorar la educación, pero no siempre es así, ya que los niños pueden distraerse fácilmente.

Lo importante es usar la tecnología de forma responsable, ya que vivimos en una sociedad digital. No se trata de eliminarla por completo del proceso educativo de los estudiantes, sino de utilizarla de manera adecuada.

Ofrecer pedagogía adecuada a los estudiantes

Hernández enfatiza en la importancia de adoptar una pedagogía adecuada para integrar la tecnología en el aula. Se debe tener en cuenta que su uso no debe ser constante, sino reservado para puntos específicos y necesarios.

«Por ejemplo, si se quiere profundizar sobre un tema en clase, pues invitemos a don Google a que participe también, porque, en verdad, tú puedes ahí obtener una cantidad inmensa de información. Es muy corto plazo para un tema en específico y eso no daña el proceso. Lo que daña el proceso es que el niño todo lo haga a través del computador«, indicó.

Según el ministro Hernández, a pesar de las advertencias de la Unesco, el cambio en la educación está vinculado al uso de tecnologías. Ya no vivimos en una época en la que el conocimiento cambia cada 20 o 30 años; ahora cambia de manera impresionante y la única forma de incorporar estos cambios a la escuela es mediante el uso de herramientas digitales.

«En mi opinión las tecnologías tendrán cada día más vigencia y yo dudo que los sistemas educacionales puedan desprenderse de esa herramienta. Podrá haber regulaciones de uso, pero desprenderse totalmente va a ser muy difícil».

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