Pedro Henríquez Ureña nació en una familia de destacados intelectuales dominicanos: su madre fue la poetisa Salomé Ureña y su padre, Francisco Henríquez y Carvajal, fue médico, abogado, escritor y pedagogo. Desde joven mostró un gran interés por la literatura, una pasión compartida con sus hermanos Maximiliano y Camila. Su entorno familiar también incluía figuras influyentes como Eugenio María de Hostos y su tío Federico, a quien José Martí consideraba un «hermano».

Henríquez Ureña inició su educación en su país natal y luego se trasladó a Estados Unidos para continuar sus estudios. Su carrera lo llevó a diferentes países: pasó tiempo en La Habana, Veracruz y finalmente se estableció en Ciudad de México, donde formó parte del Ateneo de la Juventud entre 1910 y 1913. La inestabilidad política durante la Revolución mexicana lo llevó a buscar oportunidades en Europa, pero debido a la Primera Guerra Mundial, se quedó en Estados Unidos, donde trabajó como corresponsal y académico.

En 1920, viajó a España para completar su doctorado, pero regresó a México al año siguiente para colaborar en la reforma educativa liderada por José Vasconcelos. En México, fortaleció su relación con intelectuales como Alfonso Reyes Ochoa y Julio Torri, y participó en varios proyectos editoriales y literarios.

En 1925, Henríquez Ureña se trasladó a Argentina, donde pasó los últimos veinte años de su vida. En Argentina, se unió a la revista «Sur» y colaboró con el Instituto de Filología de la Universidad de Buenos Aires. A pesar de su significativa contribución a la vida académica argentina, su presencia no fue completamente reconocida, una situación que Jorge Luis Borges y Ernesto Sabato comentaron con pesar.

Henríquez Ureña fue un crítico literario, ensayista y prosista destacado. En 1931, recibió un Doctorado «Honoris Causa» de la Universidad de Puerto Rico. Su legado incluye una extensa obra escrita y la fundación de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña en la República Dominicana. Además, el Ministerio de Cultura de la República Dominicana instituyó en 2013 el Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña, entregado anualmente en la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo.

Entre sus obras se encuentran «Ensayos críticos» (1905), «Nacimiento de Dionisios» (1916), «Seis ensayos en busca de nuestra expresión» (1928), y «Historia de la cultura en la América hispánica» (1947). Su vida y obra han sido recordadas y estudiadas por diversos autores, destacando su influencia como uno de los humanistas más importantes de América Latina en el siglo XX.

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