Un vuelo comercial operado por American Airlines generó preocupación entre los pasajeros cuando, a una altitud superior a 4 kilómetros, experimentó un problema de presurización. El avión, que partió de Charlotte, Carolina del Norte, con destino a Gainesville, Florida, tuvo que realizar un rápido descenso en tan solo tres minutos desde esa altura, el pasado 10 de agosto.
Los miembros de la tripulación del vuelo con número de registro 5916 de American Airlines notificaron a los pasajeros sobre la posibilidad de un problema de presurización, según informó un representante de la Administración Federal de Aviación (FAA) al canal Fox 35. A pesar de la inquietud inicial, la aeronave aterrizó de manera segura en el Aeropuerto Regional de Gainesville.
Harrison Hoven, un profesor de la Universidad de Florida que viajaba en el avión, documentó el incidente en Twitter y compartió su experiencia. Agradeció al personal de la tripulación y los pilotos de American Airlines por su manejo de la situación. Comentó que el olor a quemado, el ruido fuerte y el zumbido en los oídos no se reflejaban en las fotos.
Hoven también compartió una selfie usando una mascarilla de oxígeno, junto con otra persona en su asiento. Informó que aparentemente el olor a quemado se debía al uso de las bombas de oxígeno, y que los alerones de las alas redujeron rápidamente la altitud para proporcionar más oxígeno. A pesar del susto, el incidente se resolvió exitosamente.
American Airlines emitió un comunicado agradeciendo a su equipo por su profesionalismo y disculpándose con los pasajeros por cualquier inconveniente causado. La aerolínea también se refirió a la investigación en curso por parte de la FAA para comprender mejor lo ocurrido durante el vuelo.