El Banco Mundial ha decidido suspender cualquier financiamiento a Uganda en respuesta a la controvertida ley anti-LGBTQ+ aprobada recientemente. La legislación, considerada una de las más rigurosas del mundo contra la homosexualidad, ha sido duramente criticada por la comunidad internacional.
Esta nueva normativa, promulgada hace menos de tres meses por el presidente Yoweri Museveni, establece duras penas, incluida la cadena perpetua, para las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. Incluso los «intentos» de mantener tales relaciones pueden resultar en hasta 10 años de prisión, mientras que la «promoción» de la homosexualidad se castiga con hasta 20 años tras las rejas. La ley también contempla la pena de muerte para lo que define como «homosexualidad agravada».
El Banco Mundial ha manifestado su firme rechazo a esta legislación, declarando que va en contra de sus valores fundamentales. Tras la aprobación de la ley, se realizó una evaluación exhaustiva de los proyectos en Uganda, revelando la necesidad de tomar «medidas adicionales» para garantizar que se cumplan los estándares de la institución, incluida la protección de minorías contra la discriminación. Hasta que estas medidas sean implementadas y probadas en coordinación con las autoridades y supervisadas por terceros independientes, no se considerará ningún nuevo financiamiento para Uganda.
El Banco Mundial, compuesto por 189 países, recalca su compromiso con la erradicación de la pobreza y la promoción de la prosperidad compartida en naciones en desarrollo. En este contexto, subraya la importancia de incluir a todas las personas, sin importar su raza, género o sexualidad, en la misión de crear un mundo habitable y equitativo.