Sin el personaje de la niña Regan MacNeil ni el padre Karras, «The Exorcist» regresa 50 años después con una versión renovada que abarca desde un viaje a Haití hasta rituales de vudú, y en el que el papel principal recae en dos jóvenes de distinta clase social que sufren posesiones demoníacas.
David Gordon Green, avezado cineasta en producciones derivadas de otras franquicias de terror como «Halloween», dirige esta obra, titulada «The Exorcist: Believer», que llega a la cartelera internacional este fin de semana.
La cinta relata la vida de Tanner (Leslie Odom Jr.) desde la muerte de su esposa embarazada doce años antes en un terremoto en Haití.
De ese matrimonio nació Katherine (Lidya Jewett), quien desaparece en un bosque junto a su amiga Angela (Olivia O’Neill) y vuelven tres días después con un ente maligno dentro de ellas, hasta el punto de que sus familias se ven obligadas a buscar a la única persona viva que ha presenciado algo así antes: Chris MacNeil.
A sus 90 años, la actriz estadounidense Ellen Burstyn retoma el papel que la encumbró en la película original de «The Exorcist», pero ahora bajo la batuta de Gordon Green en vez del recientemente fallecido William Friedkin.
«Ha sido un sueño poder subirme al ‘ring’ con ella y esculpir este personaje de Chris MacNeil después de 50 años. Le presenté mis ideas y luego compartió su autobiografía conmigo hasta quedar representada de una manera significativa para el gran público pero también para ella misma», explicó Gordon Green en una entrevista con EFE.
La nueva película, producida por Blumhouse, es, en palabras de su propio director, una historia que «se siente muy real» y con la que quisieron mantener algunas referencias a la primera parte -hay guiños a Regan-, pero «actualizada con un tono contemporáneo».
«Tenemos dos chicas en la historia. Eso era algo nuevo con lo que no estábamos familiarizados, así que me puse a investigar para que pareciese lo más real posible gracias a las distintas perspectivas desde las que abordamos los conflictos«, detalló Gordon Green.
Una historia con guion de Peter Sattler y Gordon Green basada en la novela homónima de Peter Blatt a la que se le añade «mucha investigación y asesores académicos y espirituales».
De hecho, el cineasta se sumergió en rituales animistas que quedan plasmados en el filme e incluso la mujer de la primera escena de «The Exorcist: Believer» es una «auténtica sacerdotisa haitiana de vudú».
«Uno de mis objetivos era poder integrar las voces auténticas y los representantes de estas filosofías y religiones en nuestra película», recalcó a EFE.
«The Exorcist: Believer» tratará de cautivar a los fanáticos de una saga que desde 1973 han visto cómo se estrenaban hasta otras seis películas derivadas con un éxito muy limitado en muchos casos.
Así, Jason Blum, uno de los productores de esta versión y también presente en la entrevista con EFE, afirmó que siente «tanta presión por triunfar en taquilla como por no decepcionar» a unos fans que tienen grandes expectativas depositadas en este título.
Sin la mítica banda sonora de Mike Oldfield ni las icónicas escaleras del barrio de Georgetown (Washington D.C.), «The Exorcist: Believer» busca al menos acercarse en impacto a otros filmes sobre posesiones demoníacas con gran aceptación en las últimas décadas, como «The Exorcism of Emily Rose» (2005).
Las diez nominaciones al Óscar de «The Exorcist» y el hito de convertirse en la primera cinta de terror en ser nominada a mejor película por la Academia de Hollywood aún quedan muy lejos. Mientras tanto Gordon Green y Blumhouse han elegido la efeméride perfecta: los 50 años de la espeluznante posesión de Regan ante el padre Karras.