Tras días de debates en medio de multitudinarias protestas, el Parlamento de Georgia aprobó la polémica ley de ‘agentes extranjeros’, este martes, la cual obliga a los medios de comunicación y organizaciones con más del 20% de financiamiento foráneo a registrarse como agentes con “influencia extranjera”.

Durante el debate, alrededor de 1.000 personas protestaron contra el edificio que alberga al Legislativo del país.

El Gobierno defiende la ley como necesaria para salvaguardar la soberanía, mientras la oposición, apoyada por miles de manifestantes en las últimas semanas, considera que es una ley inspirada por Rusia que alejaría al país de una posible integración en la Unión Europea. 

El proyecto pasa ahora a la presidenta Salomé Zourabichvili, que ya ha señalado que lo vetará. Sin embargo, su decisión puede ser anulada mediante otra votación en el Legislativo, controlado por el partido gobernante y sus aliados.

La iniciativa fue aprobada en tercera lectura tras una intensa jornada. Con empujones y gestos de enfado, los parlamentarios oficialistas y de oposición debatieron el proyecto de ley.

Desde las primeras horas de la mañana, frente al Parlamento se agruparon cerca de 1.000 manifestantes en contra de la medida, rodeados por una amplia presencia de policías antidisturbios con cañones de agua a disposición. 

El rechazo a la iniciativa parlamentaria convocó a más de 50.000 manifestantes el pasado 11 de mayo, que tomaron las calles de la capital Tiflis en una de las mayores protestas desde que el país se independizó de la entonces Unión Soviética en 1991. 

¿Qué dispone la ley de ‘agentes extranjeros’ en Georgia?

La ley impondría a medios y organizaciones no gubernamentales que reciban al menos 20% de financiamiento extranjero a registrarse como agentes “dedicados a los intereses de potencias extranjeras”.

Las organizaciones deberán entonces hacer frente a costosos requisitos de divulgación y a posibles multas en caso de infracciones. 

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