La jefa de la oficina de Letonia responsable del currículo educativo en Letonia fue suspendida hoy de forma provisional por la elaboración de materiales educativos sobre salud sexual y reproductiva en los que se hacía mención de la identidad de género y de la existencia de personas transexuales.
La ministra de Educación y Ciencia, Anda Caksa, del partido de centro liberal Nueva Unidad (JV) suspendió a Liene Voronenko, presidenta del Centro Nacional de Letonia para la Educación (VISC) hasta que se resuelva un procedimiento disciplinario contra ella.
Éste fue abierto la semana pasada después de que surgieran críticas en el país báltico en contra de que se enseñara a los niños que algunas personas asumen identidades de género que no están en correspondencia con su sexo biológico o de nacimiento.
El material educativo «Educación sexual: preguntas y respuestas» fue suministrado a los educadores a través de una plataforma online con el objetivo de que lo presentaran de un modo «adecuado» a alumnos a partir del curso de cuarto de primaria.
Polémica dirigida
La polémica fue iniciada por Nils Sakss Konstantinovs, un psicólogo que dirige un centro de terapia para adolescentes y que afirmó en un artículo de opinión que la enseñanza sobre diversas identidades sexuales podría impulsar a los jóvenes a cuestionar su propio género y decantarse por tratamientos de cambio de sexo «potencialmente irreversibles».
Según medios locales, la ministra de Educación determinó que los materiales, que entre tanto han sido retirados, infringían los estándares de buena gobernanza, al no haber sido consultados los padres sobre los contenidos propuestos.
Caksa afirmó también que ella misma no querría que sus propios hijos fueran educados de acuerdo con dichos contenidos.
Liene Berzina, una portavoz de VISC declaró a medios letones que los materiales no eran obligatorios y que su objetivo era apoyar a aquellos educadores que, conociendo las necesidades de su alumnado, opten por usarlos en sus clases.
Los contenidos habían sido elaborados por psicólogos y profesionales de la educación en base a entrevistas sobre temas de sexualidad e identidad sexual con niños en edad escolar, dijo Berzina.
No se trata de la primera vez que la cuestión causa polémica en el país báltico.
En 2012, la presentación de un folleto patrocinado por el Ministerio de Bienestar sobre roles y estereotipos de género que bajo el título «Cuando Karl fue Karline» invitaba a chicos a imaginar que pasaban un día como una chica, fue interrumpida por un grupo de ciudadanos furiosos que afirmaban que promovía la homosexualidad.
El folleto llevó a los oponentes de la educación sexual a exigir en 2013, sin éxito, un refeéndum para vetar cualquier tipo de enseñanza sobre la homosexualidad.