A medida que más personas utilizan servicios bancarios, aumentan los riesgos para las entidades financieras debido al mayor volumen de transacciones, ya sea en línea, en persona o a través de cajeros automáticos. Esto quedó evidenciado en el 2023, con un aumento del 100% en los casos reportados, llegando a 34,100 eventos que resultaron en pérdidas netas de 1,677 millones de pesos.

Las tarjetas de crédito personales y estándar, utilizadas principalmente para compras en línea, fueron una de las principales fuentes de riesgo operativo, tanto interna como externamente, representando el 88.1% de los eventos. Las cuentas de ahorro y corriente también se vieron afectadas significativamente.

La Superintendencia de Bancos (SB) realizó un análisis detallado de las pérdidas económicas desde enero de 2019 hasta diciembre de 2023, destacando que la mayoría de los fraudes externos afectaron las cuentas de ahorro y corrientes.

Durante este período, los canales de internet y banca en línea fueron responsables del 38% de las pérdidas reportadas, siendo los principales puntos de vulnerabilidad. Las pérdidas brutas del año pasado alcanzaron los 2,237 millones de pesos, con un 25.1% recuperado por las entidades financieras (561 millones de pesos). Estos eventos apenas representaron el 1.06% del margen financiero bruto.