Familias están abandonando sus hogares en Puerto Príncipe después de una ola de ataques durante la noche en distintos barrios de la capital haitiana, marcada por asaltos y fuertes tiroteos.

Las zonas más afectadas por la violencia de las pandillas armadas incluyen Solino, Delmas 24 y Nazon. Por lo tanto, muchas personas, cargadas con sus pertenencias en maletas, mochilas y bolsas, junto con niños de la mano o en brazos, están tratando de escapar de estas áreas.

A pesar de la aparente normalidad del día, las secuelas de la violencia de la noche anterior son evidentes: casas quemadas, vehículos incendiados, negocios vandalizados, farolas derribadas y postes de luz dañados, entre otros daños.

En las calles se pueden encontrar numerosos casquillos de bala, evidencia de los tiroteos de la noche anterior. Con poca presencia de fuerzas del orden y algunos vehículos blindados, las calles están prácticamente vacías, excepto por aquellos que están huyendo y los medios de comunicación.

Según la Organización Internacional para las Migraciones, desde el 8 de marzo hasta el 9 de abril, alrededor de 95,000 personas, incluyendo 19,300 menores de edad, han abandonado sus hogares huyendo de las pandillas armadas.

Save the Children también informó a finales de abril que un promedio de 600 niños, niñas y adolescentes huyen diariamente de Puerto Príncipe desde mediados de marzo debido a la violencia de estas pandillas, una cifra que se espera que aumente debido a los continuos ataques.

Toda esta violencia ocurre a pesar del estado de emergencia y el toque de queda en el departamento del Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, medidas que están en vigor hasta el 3 de mayo, por ahora.

La inseguridad sigue siendo el problema principal en la zona metropolitana de la capital haitiana desde que, a finales de febrero, hubo un aumento de la violencia perpetrada por las pandillas armadas que controlan gran parte de la ciudad.

Mientras tanto, Haití está a la espera del despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad, aprobada por la ONU en octubre.

Desde hace una semana, el país ha estado bajo el funcionamiento del Consejo Presidencial para la Transición, liderado por Edgard Leblanc Fils, que nombró como primer ministro a Fritz Bélizaire, exministro de Deportes. Este consejo enfrenta diversos desafíos, incluida la preparación para las elecciones presidenciales con la esperanza de tener un nuevo líder para el 7 de febrero de 2026.