Un reciente estudio de Kantar Worldpanel, especializado en investigación de mercados y comportamiento del consumidor, revela que Brasil encabeza el ranking mundial en cuanto a la frecuencia de duchas, con un promedio de 14 por semana. Este hallazgo coloca al país sudamericano por encima de otras naciones como Reino Unido, que registra seis duchas semanales, superando el promedio global de cinco.
Clima tropical, factor determinante
Aunque estos datos podrían sugerir que los brasileños tienen mejores hábitos de higiene, el estudio apunta a que el clima tropical de Brasil, con una temperatura media anual de 24,6°C, es un factor clave en esta tendencia. En contraste, países más fríos como Reino Unido, donde la temperatura promedio es de apenas 9,3°C, muestran una menor frecuencia en las duchas.
Preferencia global por la ducha
La investigación también destaca que a nivel mundial, las duchas son ampliamente preferidas sobre los baños. En Brasil, el 99% de los encuestados se ducha semanalmente, mientras que solo un 7% opta por los baños. Esta preferencia se atribuye a la rapidez y comodidad que ofrece una ducha en comparación con un baño, que suele ser más largo y consume más agua.
Diferencias culturales y de tiempo
El tiempo promedio dedicado a la higiene personal varía según el país. Los brasileños dedican aproximadamente 10,3 minutos por ducha, superando ligeramente a los estadounidenses y británicos, que promedian 9,9 y 9,6 minutos respectivamente.
Bañarse vs. Ducharse
La diferencia entre bañarse y ducharse va más allá de la semántica. Bañarse implica sumergirse en una bañera llena de agua, lo que generalmente se asocia con un tiempo de relajación más prolongado. En contraste, ducharse es un proceso más rápido y eficiente, donde el agua fluye continuamente desde una ducha, permitiendo una limpieza más rápida. Culturalmente, la preferencia por una u otra forma de aseo puede estar influenciada por factores como el clima, la disponibilidad de recursos hídricos, y las costumbres sociales.