Este viernes 15 de noviembre tendrás la oportunidad de presenciar la última Superluna del año, denominada «Luna de castor».
Este evento no solo ilumina con belleza el cielo nocturno, sino que también despierta una serie de interrogantes sobre su denominación y genera interés en torno al ciclo lunar y su impacto en la Tierra.
Una superluna ocurre cuando la luna llena coincide con su perigeo, el punto más cercano a la Tierra en su órbita elíptica. Esta proximidad hace que la luna parezca más grande y más brillante de lo habitual.
Más que un término científico, es un término popular, una Superluna ocurre cuando una fase lunar completa se sincroniza con un giro especialmente cercano alrededor de la Tierra. Esto generalmente sucede solo tres o cuatro veces al año y consecutivamente, dado que la órbita de la luna, constantemente cambiante y de forma ovalada.
El nombre «luna de castor» proviene de las tradiciones de los nativos norteamericanos, quienes asociaban este mes en el hemisferio norte con la llegada del invierno. Durante este período, los castores aprovechaban para construir sus represas a orillas de los ríos, antes de que estos se congelaran.