Según la Lista Roja de Especies de Fauna en Peligro de Extinción, Amenazadas o Protegidas en República Dominicana, emitida por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales en 2021, en el país existen 434 especies bajo amenaza de extinción. De estas, 69 se encuentran en Peligro Crítico, 95 en Peligro y 260 son Vulnerables.

A continuación, se presenta una breve descripción de algunos grupos de animales con mayor número de especies en peligro de extinción en el país:

Los solenodontes:

Esta especie enfrenta una serie de amenazas que ponen en peligro su supervivencia, la caza ilegal es una de las principales preocupaciones, ya que la carne de estos animales es considerada una delicadeza en algunas comunidades rurales, lo que ha impulsado su caza furtiva. Además, la deforestación y la fragmentación del hábitat natural de los solenodontes han reducido significativamente el espacio disponible para ellos, dificultando su búsqueda de alimento, refugio y pareja.

La depredación es otra amenaza importante, especialmente por parte de los perros y las mangostas, que fueron introducidos en la isla por humanos y ahora se han convertido en depredadores voraces especialmente de las crías y ejemplares jóvenes. Además, enfrentan riesgos como la colisión con vehículos y la electrocución por cables eléctricos.

El manatí antillano:

También conocido como la vaca marina, es una especie de mamífero marino que encuentra su hogar en las cálidas aguas costeras y manglares de la República Dominicana. A pesar de su naturaleza pacífica, enfrenta una situación preocupante: está en Peligro Crítico de extinción, según la Lista Roja de la UICN, esto significa que su supervivencia está en grave peligro, convirtiéndose en una prioridad para la conservación en el país.

Existen diversas amenazas que contribuyen a esta situación alarmante, la caza furtiva persiste a pesar de las prohibiciones legales. La carne y la piel del manatí son valoradas en algunas comunidades, lo que impulsa la caza ilegal y se le suma, la pérdida de hábitat es otro factor significativo. El desarrollo costero, la contaminación y la destrucción de manglares han reducido drásticamente el espacio vital disponible para que los manatíes se alimenten y se reproduzcan. 

Por si fuera poco, las colisiones con embarcaciones representan una amenaza adicional. Dado que los manatíes son criaturas lentas que pasan mucho tiempo en la superficie, son especialmente vulnerables a ser golpeados por barcos, sobre todo en áreas con un alto tráfico marítimo. 

Las ballenas jorobadas:

Son viajeras incansables, emprendiendo migraciones épicas de hasta 16,000 kilómetros entre sus áreas de alimentación en aguas gélidas y sus destinos de apareamiento en las cálidas aguas tropicales. Durante los meses de diciembre a abril, miles de ellas convergen en las costas de la República Dominicana, particularmente en la península de Samaná, para cortejar y dar a luz a sus crías. Es en este escenario donde despliegan su espectacular repertorio de acrobacias, que incluyen saltos, coletazos y golpes con las aletas, como parte de elaborados rituales de apareamiento.

Sin embargo, a pesar de su imponente tamaño, las ballenas jorobadas enfrentan graves amenazas que las han llevado a ser catalogadas como especies «En Peligro» por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La caza histórica ha dejado un legado devastador en sus poblaciones, y aunque las prohibiciones internacionales han sido implementadas, su recuperación es lenta y frágil. 

La contaminación marina proveniente de plásticos, químicos y derrames de petróleo está afectando tanto su salud como la disponibilidad de su principal fuente de alimento, el krill. 

Además, el enredo en redes de pesca se ha convertido en una de las principales causas de mortalidad, con ballenas que quedan atrapadas y mueren por asfixia o inanición. 

Las tortugas marinas:

La tortuga verde, catalogada como en peligro, sufre la caza furtiva de huevos y carne, así como la pérdida de sus playas de anidación debido al desarrollo costero y la contaminación. Además, la ingestión de plástico y desechos marinos agrava aún más su situación, amenazando su salud y supervivencia.

Por otro lado, la tortuga carey se encuentra en una situación aún más crítica, clasificada como en peligro crítico. Aunque enfrenta las mismas amenazas que la tortuga verde, su población más reducida y su caparazón altamente valorado para el comercio ilegal aumentan su vulnerabilidad. Los esfuerzos de conservación se centran en combatir tanto la caza furtiva como el comercio ilegal de su caparazón, pero se requiere un compromiso aún mayor para garantizar su supervivencia.

La iguana rinoceronte:

Un reptil herbívoro de escamas rugosas y hocico prominente en forma de cuerno, enfrenta una situación crítica en el país. Es endémica de la isla Beata y algunos islotes vecinos, es el lagarto más grande de la región, alcanzando hasta 1.2 metros de longitud y pesando hasta 15 kilogramos.

Su hábitat natural se encuentra en bosques secos, matorrales áridos y zonas costeras. Sin embargo, la deforestación y la conversión de áreas para la agricultura y el turismo han fragmentado y reducido su territorio, dejándola vulnerable.

La depredación por parte de animales domésticos como gatos y perros, así como la presencia de especies invasoras como las mangostas, representan una grave amenaza, especialmente para las crías de la iguana rinoceronte.

El Pato Criollo:

También conocido como Pato de la Hispaniola, enfrenta una situación alarmante en República Dominicana, siendo clasificado como «En Peligro» por la Lista Roja de la UICN. Esta ave única en la isla Hispaniola, principalmente habitante de humedales, se encuentra en riesgo debido a diversas amenazas que ponen en peligro su supervivencia.

La pérdida de hábitat es el principal factor que impulsa la extinción, la expansión agrícola, la urbanización y la contaminación han fragmentado y reducido drásticamente los humedales donde reside esta especie.

A pesar de estar prohibida, la caza furtiva sigue siendo una amenaza considerable para el Pato Criollo. La carne de esta ave es valorada por algunos cazadores, lo que ejerce una presión adicional sobre sus ya menguadas poblaciones.

La depredación por parte de gatos y perros domésticos, introducidos por humanos, representa otra amenaza significativa. La presencia de estos depredadores en los humedales aumenta el riesgo para los huevos, polluelos y adultos de la especie.

La paloma ceniza

También conocida como paloma perdiz o paloma terrera, es un ave nativa de la isla Hispaniola, presente tanto en República Dominicana como en Haití. Desafortunadamente, esta hermosa especie se encuentra en Peligro Crítico de Extinción, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.

Las principales amenazas que enfrenta la paloma ceniza incluyen la pérdida de su hábitat natural, los bosques secos, debido a la deforestación para la agricultura, ganadería y desarrollo urbano. Además, la caza de esta ave por su carne ha contribuido aún más a su declive.

Para proteger a la paloma ceniza, se han implementado diversas iniciativas, como la creación de áreas protegidas para conservar los bosques secos donde habita. También se llevan a cabo programas de reforestación para restaurar los hábitats dañados y se realizan campañas de educación ambiental para sensibilizar a la población sobre la importancia de esta especie y la necesidad de protegerla. 

El Canario del Manglar:

También conocido como canario lemmon o canario amarillo, es una especie de ave pequeña y colorida que encuentra su hogar exclusivamente en los manglares de República Dominicana. Sin embargo, su existencia se ve amenazada por diversos factores que lo han llevado a estar en Peligro Crítico de extinción, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Una de las principales amenazas que enfrenta el canario del manglar es la pérdida de su hábitat. La deforestación y la degradación de los manglares debido al desarrollo costero y la contaminación han reducido drásticamente el espacio disponible para estas aves, privándolas de alimento, refugio y lugares de anidación.

Además, la contaminación agrícola y el uso de pesticidas han afectado la calidad del agua en los manglares, lo que a su vez impacta la disponibilidad de presas para el canario del manglar. Esta contaminación, junto con la presencia de especies invasoras, complica aún más la supervivencia de esta especie vulnerable, aumentando sus desafíos para sobrevivir en su entorno natural

Es importante destacar que esta lista no es exhaustiva y que existen muchas otras especies de animales en peligro de extinción en República Dominicana. La conservación de la biodiversidad en el país es un desafío importante que requiere el esfuerzo conjunto del gobierno, las organizaciones no gubernamentales, la comunidad científica y la población en general.