OnlyFans fue fundada por Tim Stokely, un empresario británico, junto con sus hermanos. La plataforma inicialmente tenía como objetivo ofrecer una forma de monetizar contenido para creadores de todo tipo, incluyendo músicos, entrenadores personales y otros artistas.

Sin embargo, con el tiempo, se hizo especialmente popular en la industria del entretenimiento para adultos, donde los creadores pueden compartir contenido exclusivo y recibir pagos directos de sus seguidores.

Aunque fundado en 2016, Onlyfans se popularizó con la pandemia del COVID-19, luego de que profesionales de la industria del cine para adultos abrieron sus cuentas para lograr ingresos extra con el confinamiento.

A diferencia del modelo convencional del porno, donde actores y actrices dependen de grandes productoras y contratos rígidos, OnlyFans permite que los creadores tengan control absoluto sobre su contenido y su monetización. A través de suscripciones mensuales, los usuarios acceden a contenido exclusivo, lo que genera ingresos directos para los creadores y los convierte en emprendedores digitales de su propia marca.

Esta independencia no solo elimina a los intermediarios de la cadena de producción —como agencias y distribuidores—, sino que también disminuye la explotación dentro de la industria. Los creadores pueden establecer sus propias reglas, decidir qué comparten con su audiencia y personalizar la experiencia para sus seguidores.

Otro factor clave en el éxito de OnlyFans es la diversidad que ofrece. A diferencia de la narrativa estandarizada que domina en la industria tradicional del porno, esta plataforma incluye una variedad de cuerpos, edades, preferencias sexuales y fetiches, permitiendo que más personas se sientan representadas. Esto ha generado una relación más cercana y auténtica entre los creadores y sus seguidores, quienes incluso pueden solicitar contenido personalizado, mensajes privados y experiencias exclusivas.

¿Cómo afecta Onlyfans la adicción pornográfica?

El modelo de suscripción de OnlyFans facilita el acceso constante a contenido exclusivo, lo que fomenta la gratificación instantánea. Este acceso recurrente refuerza el consumo compulsivo y genera el deseo de obtener más contenido, lo que puede contribuir a la adicción, ya que el cerebro se acostumbra a la recompensa inmediata.

Al igual que otras plataformas de pornografía, el uso excesivo de OnlyFans puede llevar a una escalada en las preferencias de los usuarios. Comenzando con contenido más suave, los usuarios pueden buscar material más explícito o extremo con el tiempo, lo que alimenta la adicción al intentar alcanzar el mismo nivel de excitación.

La falta de regulación estricta en la plataforma dificulta el control del consumo, especialmente para aquellos propensos a la adicción. La ausencia de límites claros puede amplificar el problema, permitiendo el acceso sin restricciones a contenido que refuerza el comportamiento compulsivo.

Expertos en salud mental advierten que la accesibilidad y el modelo de suscripción de OnlyFans, que requiere pagos recurrentes, pueden actuar como un incentivo psicológico para que los usuarios sigan enganchados al contenido. Además, la naturaleza ilimitada del acceso y la diversidad de opciones disponibles en la plataforma pueden dificultar que los consumidores establezcan límites claros en su consumo, aumentando el riesgo de desarrollar comportamientos adictivos.

La adicción a la pornografía no solo afecta la salud mental, sino que también puede impactar relaciones personales y la calidad de vida de quienes la padecen. La constante búsqueda de estímulos más intensos o personalizados, característica de plataformas como OnlyFans, puede alterar la percepción de la intimidad y las expectativas sobre las relaciones reales.

Aunque OnlyFans ha sido aplaudida por empoderar a sus creadores y ofrecer una mayor diversidad de contenido, también plantea preguntas sobre los efectos a largo plazo en el comportamiento de los consumidores.