La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial han publicado un informe conjunto que señala que más del 50% de la población mundial todavía no tiene acceso a servicios de salud esenciales, lo que refleja un preocupante estancamiento en el avance hacia la Cobertura Sanitaria Universal (CSU) de calidad y asequible.
El informe de 2023 revela que, en las últimas dos décadas, menos de un tercio de los países ha mejorado la cobertura de servicios de salud y ha reducido los costos de atención médica catastróficos para los ciudadanos. La mayoría de los países analizados (96 de 138) están atrasados en términos de cobertura de servicios y protección financiera, o ambas.
El Director General de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha subrayado la importancia de abordar esta situación, señalando que la falta de acceso a servicios de salud no solo afecta la salud de las personas, sino también la estabilidad de comunidades, sociedades y economías. Se hace un llamado urgente a una voluntad política más sólida y a inversiones más significativas en salud, así como a una transformación de los sistemas de salud basados en la atención primaria.
El informe también resalta que, a pesar de algunos avances en la cobertura de servicios de salud desde principios del siglo XXI, el progreso se ha ralentizado desde 2015, especialmente después de la adopción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Además, no se observaron mejoras significativas entre 2019 y 2021.
En 2021, más de la mitad de la población mundial, alrededor de 4.500 millones de personas, no tenía acceso completo a servicios de salud esenciales. El gasto en salud catastrófico, que representa el 10% del presupuesto familiar, sigue aumentando, lo que afecta negativamente a alrededor de mil millones de personas, aproximadamente el 14% de la población global. Este gasto excesivo en salud empuja a muchas personas, incluidas 300 millones de personas que ya viven en la pobreza extrema, aún más hacia la pobreza.
Para abordar este desafío, se requieren políticas de financiación de la salud más progresivas que eximan a las personas con recursos limitados de pagar por servicios médicos esenciales. Los costos de atención médica pueden tener consecuencias graves, como la renuncia a la atención médica necesaria y la elección entre necesidades básicas como alimentos y educación.
En resumen, el informe destaca la necesidad apremiante de mejorar la Cobertura Sanitaria Universal y garantizar que todas las personas tengan acceso a servicios de salud de calidad y asequibles, lo que no solo beneficia la salud de las personas, sino que también contribuye al bienestar de las comunidades y al crecimiento económico.