Santo Domingo, 7SEGUNDOS.– Mientras la población discute el problema del tránsito y las prohibiciones del giro a la izquierda en diferentes avenidas del país, el día de ayer, 1.º de julio, el presidente de la República, Luis Abinader, promulgó una ley que llevaba años engavetada; la Ley 37-25 sobre Hidrocarburos, que modifica el artículo 4 de la Ley 4532 del 31 de agosto de 1956.

Esta no es una historia cualquiera. Es la radiografía de cómo la sobre legislación, la distracción mediática y una ciudadanía apática han permitido que se fragüe, sin resistencia, una nueva entrega de los recursos naturales del país. Mientras se discute por quién votar en 2028, el país ya está siendo hipotecado hoy.

Lo que Trujillo prohibió, ahora se entrega

En su acostumbrado espacio de El Comentario de 7SEGUNDOS, el director de este medio, Euric Santi afirmó que «esa antigua ley, heredada del régimen de Trujillo —el déspota, como muchos le llaman—, establecía que solo empresas nacionales podían explotar los hidrocarburos del país. Y tú me dirás: ‘viejo, nosotros no tenemos el know-how‘ (conocimiento práctico, experiencia y habilidades). ¡Es verdad!.

Y añadió «Pero en esta gestión de gobierno, con tanta sobre legislación y exceso de información, en 2021 se otorgaron permisos de exploración. En 2022, se modificó el espacio marítimo y se declaró una franja del mar territorial como ‘zona compartida’ con Holanda, específicamente con Curazao. Ese tema se discutió entre 2022 y 2023, y se aprobó finalmente en 2024, casi como si fuera un relajo, mientras el país entero estaba enfocado en debatir la reforma fiscal».

Petróleo compartido y empresas extranjeras listas para explotar

Santi afirmó que como resultado de esas decisiones, la franja donde se presume que hay petróleo ahora está compartida con Holanda. Y como si fuera poco, seis meses después se aprobó una nueva Ley de Hidrocarburos que permite que cualquier empresa extranjera explote nuestros recursos, igual que hizo Barrick Gold con el oro dominicano.

“El exceso de información, de legislación y de no tener las cosas claras permite que nos pasen estas cosas.”

¿Y la sociedad? Comentando memes y preguntando por quién votar en 2028

Frente a esta situación, con todos estos cambios estructurales que comprometen el futuro del país, la sociedad parece indiferente. En las redes sociales, la conversación gira en torno a una sola pregunta: «¿Por quién debo votar en 2028 si quiero que las cosas cambien?»

En su intervención, Santi puntualizó en que «actualmente, la República Dominicana cuenta con 32 partidos políticos. De esos, solo unos 9 son reconocidos y funcionales. Los demás son partidos péndulo. ¿Por qué péndulo? Porque los mismos que apoyaron a Danilo Medina en 2016, luego se pasaron al PRM en 2020. Esos mismos partidos recibieron direcciones, cargos, y espacios para colocar ‘botellas’. Y los que faltaban, se metieron en el PRM en 2024».

Santi aseguró que con esas integraciones, el PRM terminó acumulando la misma cúpula de negocios y partidos que en su tiempo tuvo el PLD.

“Si seguimos buscando un partido que cambie el modelo de República Dominicana, nunca lo vamos a encontrar, porque el problema no está en las organizaciones políticas. El problema está en nosotros, como sociedad.”

Una sociedad que abandonó la política

Según Santi, los dominicanos —como sociedad— no nos hemos preocupado en que los políticos cumplan con su rol. Además, señaló que durante los últimos 30 años se nos vendió la idea de que “la política es para ladrones, corruptos y gente sin principios”. Como resultado, una parte importante de la ciudadanía se excluyó y dejó que los partidos hicieran negocios con los bienes nacionales.

Una deuda que nos va a tragar

Hoy en día, uno de los efectos más alarmantes de esta desconexión ciudadana es el crecimiento desproporcionado de la deuda pública. En el 2004, durante la última gran crisis, debíamos 4 mil millones de dólares. Hoy, la deuda asciende a 77 mil millones de dólares.

«¿Usted ve la diferencia?» preguntó, y aseguró que de seguir esta tendencia, en 10 años más la deuda será impagable, y la sociedad seguirá sin herramientas efectivas para detener ese deterioro.

¿El 2028 lo arreglará alguien?

Santi concluyó con una advertencia clara: ni Danilo, ni Leonel, ni Abinader, arreglarán el país en 2028.

“Porque el problema no es de partidos, el problema es qué sociedad habrá en República Dominicana. Si una que sigue apoyando lo mal hecho, o una que, en su defecto, esté dispuesta a proteger al país.”