Miles de personas protestan este martes frente al Parlamento taiwanés tras la aprobación, por parte de la oposición, de un polémico paquete de reformas que refuerza el control del Legislativo sobre el Gobierno del nuevo presidente, William Lai (Lai Ching-te), considerado como un “secesionista” por China.
Impulsadas por el Kuomintang (KMT) y el Partido Popular de Taiwán (PPT), fuerzas partidarias de estrechar los lazos entre Taipéi y Pekín, las reformas aprobadas hoy obligarán al mandatario a pronunciar un discurso sobre el estado de la nación ante el Parlamento e incrementarán los poderes de investigación de los legisladores, entre otras medidas.
Estas protestas -las cuartas que se convocan en diez días- comenzaron alrededor de las 9:00 hora local (01:00 GMT), poco después del inicio de la sesión parlamentaria.
Según los organizadores, más de 10.000 personas estaban reunidas frente a la sede del Yuan Legislativo (Parlamento) cuando se aprobaron las reformas, que fueron recibidas con pitidos y gritos de una multitud que fue ‘in crescendo’ con el paso de las horas.
Muchos de los manifestantes portaban carteles caricaturizando al KMT y el PPT, a los que acusan de “abusar” de su mayoría parlamentaria y de “perjudicar” a la democracia taiwanesa con sus acciones.
Tampoco faltaron las alusiones al presidente chino, Xi Jinping, y a su presunta influencia sobre los legisladores del KMT, quienes protagonizaron un sonado viaje a China a mediados del mes pasado.
Tras la sanción de las reformas, la Unión de Democracia Económica, una de las principales organizadoras de las protestas, llamó a mantener las movilizaciones, pidió una reunión con el presidente del Legislativo, Han Kuo-yu, y solicitó al Gobierno que lleve adelante un “litigio constitucional” contra las enmiendas aprobadas por el Parlamento.
Choque entre oficialismo y oposición
Los partidos de la oposición consideran que estas medidas son necesarias para favorecer el equilibrio de poderes, la transparencia y la rendición de cuentas del Ejecutivo, luego de ocho años consecutivos del Partido Democrático Progresista (PDP) en el Gobierno.
El PDP, por su parte, argumenta que las enmiendas constituyen una extralimitación de los poderes del Legislativo y que podrían emplearse como arma arrojadiza contra el presidente y los miembros de su gabinete, en un momento particularmente tenso en las relaciones entre Taiwán y China, que considera a la isla -autogobernada desde 1949- como una “provincia rebelde”.
Desde el principio de la legislatura, el KMT y el PPT, con 52 y 8 escaños, respectivamente, han unido fuerzas para impulsar su agenda legislativa en detrimento del PDP, que perdió la mayoría absoluta que ostentaba y solo cuenta con 51 asientos en la Cámara.