7 SEGUNDOS.- Todo empezó con una discusión en en Reddit, la cuál surgido recientemente por un debate entre usuarios que critican algunas funciones de Bumble, como el límite de 24 horas y la percepción de la presencia abundante de «estafadores y psicópatas».

Un usuario planteó la pregunta de si Bumble es la peor aplicación de citas y cuál sería la mejor alternativa, mencionando Tinder y Hinge, y expresando su desencanto general con las aplicaciones de citas.

Esta insatisfacción, evidenciada por los jóvenes en Reddit, refleja un estudio de Axios y Generation Lab que revela la preferencia de la Generación Z por conocer a sus parejas en persona en lugar de recurrir a medios virtuales.

La mayoría de ellos (79% por ciento) está abandonando el uso regular de aplicaciones a favor de la conexión cara a cara, lo cual contradice la habilidad innata de la Generación Z para expresarse virtualmente en plataformas como Snapchat y Twitch.

El cambio inesperado de los Gen-Z

Este cambio inesperado entre estudiantes universitarios alejándose de la conexión digital tiene sentido en entornos donde están rodeados de compañeros de edades similares y redes sociales en constante cambio, en comparación con aquellos cuyas redes sociales parecen estar estancadas y tienen menos oportunidades para socializar, beneficiándose así de las plataformas de citas en línea.

Aunque la industria de citas en línea ha experimentado un crecimiento significativo en tarifas de suscripción entre 2016 y 2021, el mercado muestra signos de saturación y una desaceleración en el aumento de usuarios.

Los analistas prevén que las compañías se centrarán en diversas estrategias de monetización, lo que podría afectar la percepción de la calidad de la experiencia del usuario.

El «techlash» o rechazo hacia la tecnología avanzada surge como una respuesta a la influencia ejercida por las aplicaciones de citas en la última década. Se observa una transición hacia una etapa que Carolina Bandinelli denomina «amor posromántico», caracterizada por la simplificación de la complejidad emocional del emparejamiento.

Sin embargo, este intento de racionalizar las relaciones románticas podría desvirtuar su esencia, y Bandinelli sugiere que podría haber una reacción opuesta, un deseo de recuperar aspectos de las relaciones amorosas que parecen haberse diluido en el avance tecnológico.