REPÚBLICA DOMINICANA. – El negocio de la floricultura en República Dominicana ha crecido considerablemente en los últimos años, convirtiéndose en una actividad económica que no solo proporciona empleo, sino que también contribuye al desarrollo económico del país.
Según un informe del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), solo el 1.1% de las mipymes se dedican al cultivo de flores y plantas ornamentales, pero estas unidades productivas desempeñan un papel significativo en la economía del país.
Uno de los principales distribuidores y comercializadores de flores en República Dominicana es Jardín Constanza, que ha estado operando desde 1974. El propietario, Julio Sepúlveda, destaca que, a pesar de los desafíos como la pandemia de COVID-19, el negocio se ha mantenido resiliente, y el mercado se está recuperando gradualmente.
Sin embargo, el país también depende en gran medida de las importaciones de flores, especialmente de países como Ecuador y Colombia. En 2023, las importaciones de rosas alcanzaron los US$1.6 millones, lo que representa una parte significativa del mercado local.
A pesar de ser un importador neto de flores, República Dominicana también ha incursionado en el mercado de exportación. En 2018, el país exportó 144.85 toneladas de flores con un valor de US$352,060, aunque estas cifras han disminuido en los últimos años.