Kim Smith un día decidió ir a las Vegas para visitar una exposición de cadaveres diseccionados sin imaginarse que allí descubriría algo inesperado… el cuerpo de su hijo.
Kim Smith, madre del joven Christopher Todd Erick de 23 años, se encontraba de visita en el museo «Real Bodies» una exposición reconocida por exhibir figuras humanas, dice reconocer el cuerpo de su hijo entre las figuras.
Christopher Todd Erick, desapareció el 12 de noviembre de 2012, días después su cuerpo fue encontrado por las autoridades, tras el hallazgo, el caso fue clasificado como un suicidio, sin embargo, los forenses encontraron cianuro en el cuerpo del joven, lo que llevó a Kim a dudar de que se tratara de un suicidio sino de un asesinato.
Al encontrar el cuerpo, las autoridades decidieron entregarlo al padre de Christopher, quién se negó a mostrarle a su esposa el cadáver debido al estado en el que se encontraba, motivo por el cual decidió entregarle una urna con supuestas cenizas para así evitarle más sufrimiento.
¿Cómo supo Kim que se trataba de su hijo?

Smith, se encontraba de visita en el museo «Real Bodies», observando los diferentes cadáveres que se encontraban allí, no obstante uno de ellos llamado «El Pensador» llamó su atención, al mirarlo detenidamente quedó anonadada, ya que identificó cosas que solo una madre podría notar. Kim Smith asegura que las cicatríces y los rasgos físicos del cuerpo son idénticos a los de su hijo Christopher en vida, «estoy segura de que es él”, declaró Smith.
Exigió una prueba de ADN al cuerpo en exhibición y que se reabriera el caso de su hijo, el cuál no fue cerrado oficialmente.
¿Qué dice el museo «Real Bodies» al respecto?

Este museo exhibe cuerpos reales humanos con fines educativos para enseñar clases de anatomía y el funcionamiento del cuerpo. Los cuales, son donados legalmente para fines científicos, y tratados con resinas para conservar sus tejidos y órganos.
Hasta ahora el museo todavía no ha dado respuesta alguna ante la denuncia de Smith, lo que todavía mantiene a las personas en espera de una declaración pública.
El silencio que ha mantenido el museo ha creado un creciente interés mediático y social sobre el tema, reavivando las teorías sobre el tráfico de cuerpos humanos, su manejo en muestras artísticas y científicas, aunque por el momento no hay pruebas que avalen esas sospechas.