El reconocido abogado y dirigente político del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Jorge Amado Méndez, manifestó su profunda frustración ante el caos que vive el país debido a la crítica situación del tránsito. Según señaló, en la actualidad prácticamente no existen horas valle (aquellos momentos del día en que la circulación de vehículos es menor), ya que desde hace un tiempo todas las franjas horarias se han convertido en horas pico, con un flujo constante y elevado de vehículos en las calles.
Méndez afirma que el crecimiento de la economía ha traído consigo un significativo aumento de circulación de vehículos en la República Dominicana y, por ende, ha generado una demanda de movilidad que sobrepasa en gran medida la capacidad de respuesta de la infraestructura y los recursos disponibles para gestionar un tránsito urbano ordenado y eficiente.
Según el jurista, los ciudadanos que transitan diariamente por la capital se enfrentan a un sistema vial caracterizado por “congestionamientos persistentes”. Si a esto se le suman las aceras ocupadas por establecimientos informales, conductores de transporte público que incumplen las normas de circulación, peatones que cruzan de forma imprudente y una marcada insuficiencia de estacionamientos, lo que se deriva es la ocupación indiscriminada de vías, aceras y espacios públicos.
Circulación no regulada
A todo esto, también se agrega la circulación no regulada de motociclistas, quienes en muchos casos actúan de forma colectiva e impune, contribuyendo a agravar la situación. Este conjunto de factores, combinado con un creciente patrón de comportamiento agresivo entre los usuarios de las vías, conforma un escenario caótico que demanda la adopción urgente de medidas integrales para restablecer el orden y la seguridad en la movilidad urbana de Santo Domingo.
No obstante, frente a la crítica situación que enfrentamos diariamente en las calles de Santo Domingo y considerando que la gestión del tránsito es un ámbito en constante transformación, resulta imprescindible dar prioridad a la creación y ejecución de un verdadero sistema de educación vial, implementado de manera transversal en todas las instituciones educativas del país, tanto públicas como privadas, desde los niveles iniciales e involucrando también a los padres, sin distinción de condición socioeconómica.
“No podemos permitir que las nuevas generaciones, al integrarse al parque vehicular, reproduzcan los mismos patrones de comportamiento incívico que hoy predominan en nuestras vías”.
RD no puede estar en los primeros lugares en una estadística negativa
El licenciado puntualizó que es una pena que la República Dominicana figure entre los primeros lugares de estadísticas tan lamentables como la siniestralidad vial. Ser reconocidos internacionalmente por altos índices de accidentes de tránsito es inaceptable para una nación cuyo principal sello distintivo ante el mundo es la alegría de su gente.
Con la frase “El nivel de un país se mide por su tránsito”, y aunque puede sonar categórica, Amado dice que refleja una gran verdad: “Una nación que logra un flujo vehicular ordenado, con normas respetadas y una infraestructura acorde a sus necesidades, es un país que genera confianza y promueve el progreso”.
En este sentido, el abogado hizo un llamado a que se contemple la educación vial como un eje estratégico y permanente, de manera que se pueda revertir la realidad y proyectar al país como un referente de civismo y seguridad vial.