Una fuerte nevada ha cubierto la capital rusa este jueves, dejando un incremento del manto blanco de 12 centímetros y poniendo al borde del colapso el transporte de la ciudad. Este fenómeno convierte al actual invierno en uno de los más nevados de la historia de Rusia, según las observaciones meteorológicas.
El vicealcalde de Moscú, Piotr Biriukov, informó que desde la madrugada han caído 12 centímetros de nieve, y se esperan otros cuatro centímetros antes del fin del día. En total, durante este invierno, han caído 2,06 metros de nieve en la capital rusa, superando la media histórica.
Las autoridades han movilizado 14.500 máquinas quitanieves, 165.000 empleados y barrenderos para la limpieza de las calles. A pesar de la situación, Biriukov aseguró que «esto no es una emergencia para los servicios comunales, es algo normal».
En la región de Moscú, más de 18.000 empleados y 1.500 máquinas quitanieves trabajan para limpiar aceras y carreteras, según anunció el gobernador Andréi Vorobiov.
El meteorólogo Mijaíl Leus pronostica que las precipitaciones continuarán hasta la madrugada del viernes, con temperaturas que oscilarán entre los 9 y 11 grados centígrados bajo cero en la capital y de 7 a 12 grados bajo cero en la región de Moscú.
El tráfico se ha visto severamente afectado debido a la baja visibilidad y la acumulación de nieve en las calzadas. El nivel de atascos en la capital alcanzó los 8 puntos de 10 posibles, manteniéndose durante más de cinco horas consecutivas y llegando a 9 puntos en la tarde.
Ante esta situación, las autoridades han alertado del posible cierre de algunas calles y callejones, y han solicitado comprensión a los ciudadanos, alentándolos a utilizar el transporte público en lugar del vehículo particular.
Por su parte, el servicio Yandex.Taxi informó que los precios de los taxis en la ciudad han aumentado el doble e incluso el triple debido al mal tiempo, con más pedidos que automóviles disponibles.