El 12 de diciembre de cada año está dedicado a la Flor de Pascua, en honor a Joel Roberts Poinsett, quien fue embajador de Estados Unidos, en México, entre 1825 y 1829.

Roberts descubrió la planta, la llevó al jardín botánico de Estados Unidos y la popularizó regalando a sus familiares y amigos. Hasta que, en 1991, el Congreso de Estados Unidos decidió establecer el 12 de diciembre como el Día de la Poinsettia para conmemorar la muerte de Poinsett, que había fallecido ese mismo día en 1851.

La flor de Pascua, también conocida como Nochebuena, flor de Navidad, corona del inca, pastora o poinsetia, es una planta característica de la Navidad. Su color rojo simboliza la vida nueva y el renacer espiritual. Con sus vibrantes flores rojas, que evocan el espíritu navideño, esta flor ha dejado de ser solo una decoración para convertirse en un ícono de la temporada. Pero, ¿por qué la Flor de Pascua se asocia con estas fiestas?

Se cuenta una leyenda popular que cuenta la historia de un niño llamado Pepito, quien, sin dinero para ofrecer un regalo a Jesús en la Nochebuena, decidió llevarle unas flores silvestres. Al llegar al portal de Belén, las flores que llevaba en sus manos se transformaron milagrosamente en la brillante Flor de Pascua, dando así un mensaje de esperanza y amor. Desde entonces, esta planta se asocia con el nacimiento de Cristo.

Existen más de 150 variedades de esta flor que se pueden encontrar en varios continentes. Su apariencia, dígase color y tamaño tiene mucho que ver con el lugar donde se cultiva, llegando a alcanzar hasta cuatro metros las que crecen en climas tropicales. La flor prefiere un ambiente con clima agradable: sin exceso de calor o de frío.

Su llamativo color rojo brillante, los detalles dorados y su forma de estrella la hacen perfecta para los días navideños. En República Dominicana era muy utilizada como adorno para la época y aunque todo ha evolucionado, incluyendo la decoración de interiores, sigue siendo característica de la temporada.

Según Google regalar una flor de pascua es una forma de transmitir buenos deseos, amor, amistad y prosperidad a alguien querido. Su significado varía según la cultura, pero en general se asocia con la buena suerte, la renovación y la esperanza.

Esta conmemoración nos motiva tanto a reconocer la belleza de esta flor como a fomentar su conservación.