7SEGUNDOS, REPORTAJE.- Detrás del vivo legado de “El Muerto” están las sombras del narcotráfico. Grandes figuras estremecieron a la comunidad y su “espíritu” ronda en los recónditos espacios de Santo Domingo Oeste. Es suficiente recordar los años desde 2006, donde la “leyenda de Herrera” se fue haciendo famoso por sus “grandes aportaciones” a los más necesitados mientras aterrorizaba los alrededores.

En 1985, nace Edwin Omar Cabrera González, apodado «El Muerto», en el sector El Pentágono de Herrera, en Santo Domingo Oeste.

Para 1990’s, inicia su carrera criminal a temprana edad, involucrándose en la venta de drogas y otros delitos menores. La década siguiente, El Muerto comienza a ascender en el mundo del narcotráfico, consolidando su liderazgo en el sector El Pentágono.

La banda «Los Muertos»

En 2005, se convierte en jefe de la banda ‘Los Muertos’, expandiendo su control a otras zonas de Herrera y Santo Domingo Oeste. Acceder al ‘Pentágono de Herrera’ no era tarea fácil para cualquiera, ya que estaba controlado por un ‘gobierno barrial’ más organizado que cualquier empresa controlando el territorio.

El reflejo de la sociedad no se encuentra en las delicadas pantallas o surrealismo de ciudades que queremos mostrar, sino en grandes modelos a seguir para la juventud como estos personajes

El Muerto

Nos referimos a Edwin Omar Cabrera González, mejor conocido como “El Muerto”, rondaba la Calle 4 de Las Palmas de Herrera y también lo reconocían como “El Jefe de los jefes”. Controlaba “El Pentágono de Herrera” y tenía un estilo de vida estridente y extravagante como un “rey”. Para muchos, era una “figura mitológica” y era venerado como un ‘dios’ en la comunidad debido a las grandes sumas de dinero que distribuía. Para él, era una especie de “responsabilidad social corporativa” y se daba a querer en todos lados.

Su estilo de vida ostentoso, con fiestas extravagantes y lujos, era normal. Al mismo tiempo, cultivaba una imagen de ‘Robin Hood’ en la comunidad, compartiendo dinero y beneficios

El Pentágono de Herrera es un laberinto de callejones estrechos. Fue el epicentro de movimiento y crecimiento, de El Muerto y su banda. Desde allí, controlaba la venta de drogas, utilizando a familiares y allegados como escudos y creando una red de terror que silenciaba a la comunidad. Aunque para muchos esto parecía contraproducente, él andaba “bajo perfil”, pero se notaba su presencia.

En cuanto a su historia, tuvo una infancia normal y trabajó honradamente en distintos lugares, antes de entrar en el mundo del narcotráfico. Tenía la ambición de ser grande y lo logró, gracias a su inicio en el micrográfico, escala social e implantación del imperio de las drogas.

El Muerto comenzó su carrera criminal a temprana edad, acumulando un largo historial de detenciones por la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD). A pesar de esto, su poder e influencia solo crecían, consolidando su liderazgo en el bajo mundo de Herrera.

No fue tan fácil, el puesto de mando en la estructura jerárquica de controlar los codiciados puntos de Herrera tuvo múltiples disputas donde él peleó para ser ganador, aunque eso significó asesinar. Era normal que, para sus operaciones, incluso utilizaba alegremente a sus abuelos u otros familiares.

“El Pentágono”

Entrar al ‘bloque de El Muerto’ nunca fue fácil; las mismas autoridades no podían ingresar y debían solicitarle amablemente un ‘permiso’ para hacerlo. Ejercía tanto poder que incluso daba órdenes a la policía.

Era un referente para Las Caobas, Manoguayabo, Herrera y Guajimía, generando grandes litigios con otras ‘cabezas’ como el reconocido Gilbert. No obstante, la ‘leyenda de Herrera’ era tan poderosa y eficiente que su influencia se extendía más allá de las fronteras del municipio de SDO.

La estructura estaba respaldada por importantes autoridades militares, policiales y gubernamentales de la época, con acceso a suministros materiales y recursos que rivalizaban con los del gobierno. Contaban con una estructura de gobierno y comunicaciones internas que superaban a las de cualquier institución.

Grandes celebraciones

Las fiestas a las que asistía eran extravagantes y lujosas, donde se derrochaba el dinero, con el cierre de una de las calles más importantes del municipio y una protección total por parte de las autoridades.

Especial para la comunidad

Fue una persona tan especial que salía a todos lados acompañada de guardaespaldas que, visto desde lejos, podía parecer algún político. Vecinos relatan que mantenía excelentes relaciones con ‘altos mandos’ de la política, la policía y el gobierno. La generosidad era su principal cualidad: proporcionaba medicinas, compraba juguetes para los niños, ayudaba a los más pobres y financiaba obras de bienestar social.
Gilbert abre la trifulca por el control del territorio

La constante lucha por el poder terminó con la vida de estos magnates de Herrera, un desenlace que se esperaba tras los bastidores de la benevolencia del negocio. Vecinos indican que ‘El Muerto se puso bruto y ya ni quería pagar peaje a la policía’, lo que provocó que se ‘confiara’ demasiado y que un día cualquiera terminara en el cementerio.

El fatal evento ocurrió en un día normal, cuando fue interceptado a tiros por un grupo de hombres, un momento que acabó con su vida. Los responsables de su muerte huyeron, y se hizo público que el autor fue ‘Gilbert’, la ‘cabeza’ con la que estaba en conflicto en ese momento.

El individuo que acabó con el ‘legado de Herrera’ tenía tan solo 23 años en ese entonces. Gilbert es Junior Minaya Javier, quien continuó desafiando el sistema de vida en la comunidad.

Gilbert, asesino de El Muerto

El 3 de enero de 2013 marcó el fin, El Muerto y tres de sus acompañantes son acribillados a tiros por sicarios de Gilbert en una emboscada en El Pentágono. Una nota publicada en el Periódico Hoy, el 8 de enero de 2013, indicó.

“La DNCD y la Policía acusaron hoy al jefe de una peligrosa banda integrada por supuestos narcotraficantes identificado como Junior Javier Minaya, apodado Gilbert, como el responsable del asesinado de cuatro hombres a inicio de año en Las Palmas, de Herrera, en Santo Domingo Oeste.

De acuerdo a las autoridades, un individuo identificado como el Topo fue quien disparó contra Edwin Omar Cabrera, alias El Muerto, y varios integrantes de su banda, quienes cayeron ultimados en la zona del Pentágono en Herrera”.

Más tarde, el pasado 8 de mayo de 2023, la muerte de Johan Rafael Minaya (El Topo y hermano de Gilbert), de 33 años, fue confirmada por el vocero de la Policía Nacional, Diego Pesqueira.

Esta es la evidencia, la forma en que mueren estos personajes y marcan un espacio de dolor y desesperanza en la comunidad.

Más tarde, Gilbert cae abatido

Gilbert fue arrestado en 2011 por la Policía por el asesinato de una persona, lo que evidencia un historial delictivo para ese entonces.

La información sobre la muerte de Gilbert es limitada y puede variar según las fuentes. Muchos relatan que su velatorio fue tan grande que podría compararse con el de un presidente. Se presume que su asesinato fue una venganza por la muerte de El Muerto. Las dos bandas habían estado inmersas en una sangrienta guerra por el control del territorio durante meses.

Gilbert, falleció el 12 de agosto de 2013, cinco meses después del deceso de El Muerto. Fue acribillado a tiros por sicarios mientras se encontraba en un lavado de autos en el sector Las Caobas de Santo Domingo Oeste. Dos hombres en una motocicleta se acercaron a Gilbert y le dispararon en múltiples ocasiones. Los sicarios no pudieron ser identificados.

Construyendo un mañana sin narcotráfico ni violencia

La muerte de Gilbert marcó el final de la guerra entre las bandas, pero el narcotráfico continúa, dejando un saldo de luto y dolor en la comunidad.

Esta historia sirve como un llamado a la acción para combatir el narcotráfico y la violencia que afecta a la sociedad dominicana. Solo a través de un esfuerzo conjunto entre las autoridades, la comunidad y las instituciones sociales podremos construir un futuro mejor para las generaciones venideras.

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